Salgo del coche sin un beso de despedida, tengo mucha rabia encima, Justin... ¡que se valla a la mierda!, odio a las personas así. Entro en mi casa y cierro de un pequeño portazo, subo los escalones de dos en dos y tiro la mochila nada más entrar a mi habitación.
-Esta comprobado, los Lunes no son lo mío.
Me tiro en la cama boca abajo, puedo escuchar mi respiración, el silencio se apodera de la habitación, pero mis tripas lo rompe. Bajo a la cocina después de dos minutos de meditación, me paro en seco e inspiro en olor, espaguetis. Entro definitivamente a la cocina y compruebo que mis pensamientos son ciertos.
-Emma, sientate antes de que se te enfríen los espaguetis.
Me siento y agarro un tenedor, le doy vueltas intentando enrollar unos cuantos de espaguetis en él, me lo llevo a la boca y lo disfruto como una niña pequeña cuando le dan un caramelo, suelto un ¿gemido? para mis adentros.
-¿Te gustan?.-Me giro, y mi madre me está mirando con una sonrisa de oreja a oreja.
-Buenisimos.-Me limito a decir.
Enrollo otros cuantos y me los vuelvo a llevar a la boca, seguido de un solvo de refresco. No tardo mucho en acabarme el plato entero. Me levanto de la mesa y como de costumbre, dejo mi plato en el fregadero.
Subo los escalones y llego a mi habitación, ¡mierda! los ejercicios, ya no me acordaba. Abro la maleta y saco Matemáticas, por suerte hoy solo hay ejercicios de dicha asignatura. Saco el estuche y me pongo en el escritorio. Ecuaciones, las odio, pero los ejercicios son fáciles. En menos de 20 minutos ya lo tengo todo hecho y guardado.
-¡Emma! ¡Aly al teléfono!
Bajo hacía el salón y mi madre me sede el teléfono, yo le sonrío como respuesta y lo cojo.
-¡Hola Aly!
-¡Hola Emma! ¿te vienes a dar una vuelta con las chicas y conmigo?.-Mi madre me susurra al oído un 'Cuando acabes las tareas'.
-Sí, claro, ya he acabado las tareas.-Miro a mi madre victoriosa y ella me vuelve a susurrar un 'Esa es mi niña'.
-Perfecto, pasamos a recogerte en media hora, ¡hasta entonces!
-Adiós.-Cuelgo el teléfono.
Voy al baño y me miro al espejo, la verdad es que me importa muy poco lo que la gente piense de mi. Me peino el pelo con mis dedos, pongo en 'condiciones' mi ropa y agarro el móvil, lo guardo en el bolsillo delantero. Espero a las chicas en el salón sentada en el sofá, hablando con mi padre de temas de: Como a ido mi día y el suyo, a donde voy con las chicas o cosas por el estilo. Escucho el timbre, puntuales, como siempre.
Abro y se forma un abrazo en grupo.
-Mamá, ya han venido las chicas, me voy.-Destaco el 'Me voy'.
-Esta bien, cuidarse y Emma, no llegues muy tarde.-Vuelvo los ojos y le doy un beso en la mejilla como despedida.
-¿A dónde vamos?.-Pregunto.
-Al Centro Comercial, pero falta Marie.-Contesta Kate.
-Hablando de la reina de Roma.
Miramos todas al frente y soltamos una carcajada al ausonio. Marie se acerca corriendo y vuelve ese momento de abrazo en grupo, esto ya se está convirtiendo en una tradición.
La primera vez que vi a las chicas ni se me pasaba por la cabeza que íbamos a estar tan unidas en todo, absolutamente en todo.
Brit tiene el pelo castaño tirando a rojizo, rizado por mitad de la espalda y de ojos verdes, tremendamente verdes. Aly tiene el pelo castaño oscuro, pero se nota que es castaño, con algunas ondulaciones, también por media espalda y ojos marrones, Kate tiene el pelo negro, un poco más corto que Brit y Aly, con flequillo y ojos casi negros, pero muy guapa. Marie es rubia, con el pelo casi por el culo y ojos azules. Yo tengo el pelo más o menos por la cintura, castaño claro y ojos verdes. Las tres somos muy distintas por fuera, que iba a saber yo que eramos iguales por dentro.
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