viernes, 1 de febrero de 2013

To the limit {1}

-¡Vamos Emma! que no puedes ni contigo misma.
-Es por tu culpa Brit.
-No es mi culpa que seas adictas a...-No le deje acabar la frase.
-No estoy borracha.

Miré hacía un punto fijo, lo veo todo doble, a sido el cumpleaños de una amiga y hemos ido juntas a la discoteca, algo que no a sido muy buena idea. Me paro en seco y poso mi mano derecha en el hombro de Brittanny, aun que le decimos Brit, ella es diferente a todas las de mi instituto, es como yo, nos parecemos mucho y esta claro, es mi mejor amiga.

-Emma, ¿estás bien?.-Dijo entre risas.
-¿Tú que crees?

Pongo mi mano izquierda en mis sienes, no puedo mirar a un punto fijo, mierda. Giro la vista y veo a dos chicos en una esquina, mirándonos y riendose. Se me dobla el tacón y escucho una tremenda carcajada de uno de ellos.

-Pasa de ellos Emma.-Puedo entender por la boca de Brit.

Los miro con cara de rabia y les saco el dedo corazón con una sonrisa irónica.

-¿Quién te has creído que eres?.-Escucho por la parte de uno de ellos.

Hago el amago de acercame, pero una mano me lo impide.

-¡Emma coño! ¡me quiero ir a casa, anda de una puta vez!

Puedo notar que lo dice enfadada, muy enfadada. Así que sedo y ando.

-Todo esto es culpa de Jack.
-Emma, ¿qué tiene que ver Jack en esto?
-Pues como buen novio, tendría que haber venido conmigo.

Vuelve los ojos y sigue caminando. Jack y yo llevamos casi un año saliendo, él es alto, moreno de ojos azules, completamente azules. Llega el desvío de calles, a partir de aquí tengo que seguir yo sola, abrazo a Brit y le susurro un 'Te quiero', también puedo captar de sus labios un 'Y yo tonta'.

Giro y sigo mi camino, agarrandome por las paredes, solo alumbran las farolas y una fría brisa hace que se me pongan los vellos de punta. Miro hacía las casas de los lados, todas están apagadas, la calle solitaria, esto no me gusta.

Por fin llego a mi casa, entro intento no hacer ningún ruido y enciendo la luz. Mis padres están acostado, suelto en '¡Sí!¡' en susurro como señal de alegría.

Subo a mi habitación, me quito los tacones y me doy la ducha más rápida que me he dado en mi vida. Me pongo el pijama y me tiro en la cama de espaldas, bostezo  y tardo milésimas de segundos en quedarme dormida.

                                  AL DÍA SIGUIENTE

Domingo de resaca, genial. Me levanto y entro al baño, me aseo y me visto, nada del otro mundo: unos jeans ajustados, un jersey con los hombros descubiertos negros y mis Converse negras. Me pongo los oriculares morados en el cuello y guardo mi móvil en el bolsillo delantero del pantalón. Me miro al espejo y simplemente me aliso el cabello, lo tengo por encima de la cintura, por último un poco de desorrante, perfume y lista.

Bajo a desayunar, enchufo la tostadora y pongo dos rebanadas de pan, abro la nevera y saco un cartón de leche, vierto en un vaso y lo vuelvo a dejar en su sitio. Noto como se deposita un beso en mi mejilla, giro y efectivamente, es mi madre.

-Buenos días mamá,
-Hola cariño, tu padre ya se a ido a trabajar.
-Me lo he imaginado al no verlo sentado leyendo el periódico.-Reímos al ausonio.

¡Tlin! las tostadas están listas, las saco y junto un poco de Nutella, sí, lo admito, soy adicta al chocolate.
Desayuno y recojo mis cosas, friego mi plato y lo dejo todo como nuevo, abro uno de los muebles y saco una aspirina, este dolor de cabeza no es normal. Me la trago seguido de un vaso de agua y me dirijo al salón. Mi madre ya esta limpiando.

-¿Quieres que te ayude en algo?.-En ese momento, mi móvil recibe un mensaje.
-No, muchas gracias Emma, haz lo que quieras, que es domingo.-Le sonrío de oreja a oreja.

Enciendo el móvil, un WhatsApp.
Mi vida, perdón por no ir anoche, estaba muy ocupado, nos vemos en un rato en el parque que hay cerca de tu casa. No olvides que te amo.

'No olvides que te amo', la frase más bonita del mensaje.

-Mamá, voy a salir con Jack.
-Tener mucho cuidado.
-Lo tendremos.-Digo cerrando la puerta.

Me siento en uno de los bancos del parque, a los 10 minutos puedo ver de lejos esos ojos azules inconfundibles. Jack se acerca y deposita un beso fugaz en mis labios, no le voy a reclamar nada de anoche, para que vea que yo si me las sé apañar solita.

-Anoche tuve que ayudar a mi madre en su trabajo, ¿me perdonas?.-Simplemente asiento y le doy otro beso, esta vez más duradero.

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