domingo, 3 de febrero de 2013

To the limit {3}

Se me abren los ojos como platos al ver tantos números, copio los 5 ejercicios y acabo con los dedos reventados, por favor recreo, llega ya, y parece que me escucha, suena el timbre y la clase se queda vacía en un abrir y cerrar de ojos.

Guardo mis cosas en la maleta y me la cuelgo en el hombro derecho, Brit me esta esperando en la puerta. Salimos y nos dirigimos a las gradas, donde siempre nos vamos en los recreos. Escucho de lejos una risa, esa risa insoportable, Lotte y Janet, las plásticas del instituto, las mejores según ellas.

-Emma, vamonos.-Escucho en susurro por parte de Brit.
-No nos vamos a ir por ellas.
-No es por ellas, es que me incordia solo escucharla.-Como dije, Brit y yo somos iguales.

Asiento y nos vamos a otra grada que hay más arriba, se me vuelve a la cabeza la imagen de Lotte riendose, aprieto los puños, y pensar que antes era mi amiga.

El recreo se me pasa en un abrir y cerrar de ojos, lastima que no pueda decir lo mismo de las tres últimas horas, sobretodo la última, parecía que nunca se iba a acabar nunca. Recojo todas mis cosas después de que suene el último timbre, salgo de clase y los pasillos parecen 3º guerra mundial, no hay más gente porque no cabe.

-¡Emma!.-Me giro y efectivamente es quien pensaba, Aly, pero acompañada de Kate.
-Hola chicas.-Las saludo con un abrazo.

Aly y Kate son mis amigas desde muy pequeñas, exactamente desde los 3 años, al igual que Brit, desde que nos conocimos no nos separamos. Salimos de aquella multitud de gente con dificultad, pero ya somos libres.

-¡Chaz!

Aly sale corriendo y se abraza a uno del grupo de los chicos que están juntos a las plásticas, genial.

-Emma, el es Chaz, un gran amigo.-Hice el amago de sonreír pero algo me lo impedio.
-Chaz tío, no pierdas el tiempo.

Gire la cabeza y lo primero que pude ver eran unos ojos miel, un pelo dorado y unos labios rosados. Nuestras miradas se atravesaron por un par de segundos hasta que una rabia recorrió todo mi cuerpo.

-El que pierde el tiempo es él siendo tu amigo.
-¿Perdona?.-Me elevó una ceja.
-Lo que has escuchado, ¿tienes algún problema?
-Tú eres el problema.
-Pues este problema puede aumentar como no te alejes de él.
-¿Me estas amenazando?
-Tómalo como quieras.
-Justin tío cortalo ya.-No tuve más respuesta, por suerte Chaz le impedio que siguiera diciendo gilipolleces.
-Emma...-Me susurro Aly.
-Losiento.-Le dije como respuesta.

Nos echamos una mirada desafiante, llena de odio, ¿pero quien coño se creía el tal Justin ese? ¿que por ser un chulo que se liga a las plásticas puede meterse con quien el quiera? lo lleva claro.

Suelto un gruñido y la bocina de un coche me saca de mis pensamientos. Es el coche de Jack, me acerco y me siento en el asiento delantero, nos saludamos con un cálido y fugaz beso.

-Cariño, ¿te pasa algo?, te veo alterada.
-Un gilipollas Jack.
-¿Quieres que hable con él?
-No, no hace falta, por suerte espero no encontrarmelo más.

No recibo respuesta por su parte, arranca el coche y en poco minutos estamos en la puerta de mi casa, Jack me suele recoger a la salida del instituto, ya que él no trabaja ni estudia.

-Gracias por traerme.
-Ya hablamos, te quiero.
-Te quiero.

Salgo del coche sin un beso de despedida, tengo mucha rabia encima, Justin... ¡que se vaya a la mierda!, odio a las personas así.
Entro en mi casa y cierro de un pequeño portazo, subo los escalones de dos en dos y tiro la mochila nada más entrar a mi habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.