domingo, 31 de marzo de 2013

To the limit {21}

-Ya hemos llegado.

Se acerca para abrirme la puerta, pero yo soy más rápida y salgo antes. La cierro y cuando me voy a dar cuenta está frente a mi, cara a cara, empiezan los nervios y él se percata, se acerca acorralándome contra el coche y sosteniendo mi cintura. Le ayudo a acortar la distancia y posa sus labios encima de los míos, fundiendonos en un cálido beso que no le niego, pongo mi mano en su nuca y acaricio parte de su cabello. Se separa un poco pero lo suficiente para poder notar su aliento agitado en mi cara.

-No me aguantabas las ganas.-Me susurra.
-Vamos a entrar anda, tengo hambre.

Nos separamos por completo y me abre la puerta para entrar al establecimiento.

-¿Qué quieres?
-Un Big-Mac y un refresco.
-Dos iguales.
-Yo pag...-No me deja acabar.
-Tome.-Dice dándole el dinero a la cajera.
-¡Pero iba a pagar yo!.-Le digo haciendo pucheros.
-Yo te traigo, yo te invito. Coje una mesa.

Miro y me acerco a una del fondo, justo alado de la ventana. Me sigue Justin con dos bandejas. Me alcanza la mía y yo la giro, abro la pequeña cajita, mojo mis labios y me llevo una patata de la pequeña bolsita a la boca.

Observo a Justin que muerde su hamburguesa, me mira y curva sus labios para formular una sonrisa casi inexsistente. Bebo un sorbo de mi refresco y empiezo con mi hamburguesa, la degusto, está riquísima. Justin me mira intentado contener la risa.

-¿Qué pasa?.-Digo riéndome yo también.
-Nada.

Acabamos la comida entre risas, bromas y cosas por estilo. Salimos a la calle, aire libre.

-Estoy llena.-Me llevo las manos a la barriga.
-Normal, te me has robado casi todas las patatas.
-¡Y tú las mías!

Da unos pasos delante de mi, aprovecho y salto a su espalda. Justin me sujeta, da una vuelta sobre sí mismo y emprende camino.

-¿A dónde vamos ahora?
-¿Dónde quieres ir?
-Se me antoja un helado.

Mira de un lado a otro y localiza un pequeño puesto de halados. Nos acercamos y me suelta, bajo con cuidado de su espalda y el hombre del carrito nos sonríe.

-¿De que lo quieres?
-Chocolate.
-Dos de chocolates por favor.

El hombre les entrega los dos a Justin y este me da uno a mi. Me adelanto y le doy el dinero.

-¡Oye! no deberías haber echo eso.
-No voy a dejar que lo pagues tu todo.
-Claro que sí.
-No te quejes y cómete tu helado, que se te derrite.

Me hizo caso y pasó su lengua por este. Me desprevení y tuvo la oportunidad de mancharme parte de mis labios y las comisuras.

-¡Bieber!.-Dije relamiendo por donde estaba manchada.
-¡No fui yo! ¡Fue el helado!
-Ya, claro.-Dije irónica.
-Sigues manchada.-Vuelvo a pasar mi lengua.
-¿Ya?
-No, sigues manchada.
-¿Por donde?

Se acercó a mi, sabía sus intenciones y joder, yo también quería, ¿para qué lo iba a negar? Cuando me fui a dar cuenta mi pies empezaban a pisar hierva. Choqué con un árbol y Justin me acorraló en este.

-Por aquí.-Me susurro.

Sus labios se posaron de nuevo contra los míos, suspire profundo. Pasó su lengua por las comisuras para luego introducirla en mi boca, inspeccionando cada rincón de esta. La velocidad aumentaba. Otro suspiro ahogado. Duramos así minutos, necesitaba aire, los dos. Pero también necesitaba no separarme. Me decidí por mi y me separé yo.

-No estaba manchada, ¿verdad?
-No.

                                        NARRA JUSTIN

Soltó una carcajada y yo reí con ella, se quedó unos segundos mirándome a los ojos, sin borrar la sonrisa de su rostro. Vuelve a soltar una pequeña risa que desparece al instante.

-Emma...
-Ajam.
-¿Sigues enamorada de Jack?

Ella baja la mirada y empieza a caminar dándome la espalda. Ya la has cagado Drew, ¿para qué se lo preguntas?

-Cuando lo veo, siento... ¿Asco?
-No me extraña.-Vuelve a reír.
-No quiero hablar de este tema, me pongo de mal humor.
-Te entiendo.
-No te pongas tan serio.-Me dice intentando forzar una sonrisa.

Suelto una carcajada, abro los brazos y Emma se lanza a estos. Me da un suave beso en los labios, eso hace que sienta, ¿magia? por llamarlo de alguna forma. Increíble Bieber, tú diciendo que sientes magia. Ya te vale tío.

-Te odio.
-Si lo haces, ¿Porqué me besas?
-Porque sí.
-Esa no es una buena explicación.
-Pues es la única que vas a escuchar.
-¿Seguro?.-Asiente y me quedo unos segundos pensativo.-¿Tienes cosquillas?
-¿Qué?.-Se aparta de mi bruscamente.
-Lo tomare como un sí.
-¡No espera! ¡Cosquillas no!

No le doy tregua y la tumbo en el césped, empiezo por la barriga y subo hacía su cuello, su risa es contagiosa y hace que yo también ría. Tienes cosquillas por todos lados.

-Quiero mi explicación.
-¡No! ¡Para!

Sigo y ella se agarra la barriga.

-¡Vale vale! ¡Pero para por favor!.-A parto mis manos poco a poco.
-¿Y bien?.-Ella aun ríe.
-Por qué te quiero Justin, no me preguntes ni porque, ni cuando, ni como porque no lo sé.

Un silencio, un fuego artificial sale de mis adentros, uno, dos, tres, una lluvia de colores. No, espera, ¿ha dicho que me quiere? ¿no es una broma de mal gusto?

-Me acabas de decir que me odias.-Digo divertido, intentado contener los nervios.
-También.
-Emma, ¿yo te gusto?

Se sienta y abraza sus rodillas, se queda unos segundos en silencio mirando a estas y luego vuelve a dirigir la mirada hacía a mi. Cruza sus manos en mi cuello y apoya su frente contra la mía.

-¿Yo te gusto a ti?
-Tú me encantas.

Vuelve a romper la pequeña capa de aire que nos separaba. Esto de que me regale besos es demasiado tentador. "Tú me encantas." te encanta Justin, te encanta.

La agarro de la caderas pegándola más a mi, suelta un gemido, eso puede traer consecuencias. Me tumbo en la hierva quedando ella arriba mía, vuelvo a decir que esto puede traer consecuencias.

-Está no es buena posición.

Digo aun sin separarme de sus labios, pero ella lo hace por mi al no poder contener la risa. Se pone de pie y yo hago lo mismo. Vuelve a enredar sus manos en mi cuello y yo vuelvo a agarrar su cintura.

-Emma.
-¿Sí, Justin?
-¿Quieres ser mi novia?



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