Salgo de mi cuarto sin intentar hacer ruido, están todas las luces apagadas, mis padres ya se deben haber acostado. Bajo las escaleras con mucho cuidado hasta que por fin, estoy en la puerta. Ya no hay marcha atrás Emma. Abro la puerta y Justin se gira al ruido, esboza una sonrisa de oreja a oreja y yo hago lo mismo.
-¿A dónde me piensas llevar?
-Tranquila señorita, no seré yo quien lo haga.
-¿Entonces?
-Mi amiga.-Dice señalando una Yamaha, ¿Está loco?
-¿Es tuya?.-Asiente.
-También tengo un coche, pero hace muy buena noche, así que vamos en moto.
-¿Crees que me voy a subir en eso? lo llevas claro.-Digo entre risas cargadas de ironía. Y el responde con otra, pero no en ese sentido.
-No me digas que a Emma Sweet, la valiente Emma Sweet le tiene miedo a las motos.
-No les tengo miedo, solo que no me gustan.
-Venga sube.
-No.
-Emma, sube.
-Ya te he dicho que no.
-¿Te subes o te subo?.-Eso me asusta un poco.
-Nada, que no.-Se acerca a mi y mis nervios aumentan.
-¿Crees que te montaría en algo que te hiciera daño? ¿o que yo mismo me montaría?
-Quien sabe.
-No te va a pasar nada, confía en mi.-Eso es fácil decirlo.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.-Se giro y me vuelve a señalar la Yamaha negra.
Respiro hondo y me acerco, eres tonta Emma, ¿para que has venido? Justin me extiende la mano, se la agarro y me subo en el asiento, me acomodo y luego se sube él delante mía.
-Agarrate.
-¿A dónde?
-A el árbol que está allí.
-No seas gilipollas.
-¿Dónde te vas a agarrar? a mi cintura.
-¿Que dices? antes prefiero caerme.
-Tú misma. Por cierto, estas muy sexy.-Me guiña un ojo y la cara empieza a arderme y tomar color.
Escucho el ruido de la moto bastante fuerte, el corazón se me va a salir del pecho y no, la verdad es que no prefiero caerme. Me rindo y me agarro a su cintura, sin hacerle daño pero fuerte. Miro a Justin que sonríe victorioso, frunzo el ceño, al fin y al cabo, no tengo otra opción.
-Va a ser una de las mejores sensaciones que vas a vivir en tu vida.
-Oh si, ¿subirme en una moto?
-Créeme que te vas a sentir libre.
-Espera, ¿y los cascos?
-Con el casco no es lo mismo, deja que el viento te despeine y tu sólo, siéntete "Al límite" (To the limit).-Y arranca.
Va demasiado rápido, apoyo mi cabeza en su espalda y cierro fuerte los ojos. Cada vez me arrepiento más de haber venido.
-¿No te gusta?
-Para nada.
-No te aferres, mira al frente y cierra los ojos.
No tengo otra que cosa que hacerle caso, sigo sus instrucciones. Levanto la cabeza y miro al frente, suspiro y cierro los ojos y diciendo la verdad, se esta mucho mejor.
-¿Vas mejor?
-Sí.
Y en el resto del camino solo se escucha el ruido de la moto. En una media hora para, baja él primero y luego me ayuda a mi, por fin estoy en el suelo.
Miro al frente, este lugar no lo había visto nunca. Hay árboles y el suelo es todo césped, se puede ver Stratford entero iluminado. Voy avanzando mi paso pero noto las manos de Justin que me agarran de la cintura, aferrándome hacía atrás.
-¡Cuidado!
Doy unos pasos hacía dentro y miro para abajo, es un precipicio. Tiene que ser una montaña. Suspiro y él me suelta. Giro y quedamos cara a cara, nuestras miradas se cruzan 5 segundos hasta que Justin se da la vuelta y se sienta, apoyando los codos en sus rodillas, mirando a la nada.
-¿Y este sitio?
-Cuando quiero estar solo, vengo aquí.
-No te creía de ese tipo de chicos.
-¿De ese tipo como?.-Dijo gracioso.
-No sé, sensibles.
-Hay muchas cosas que no sabes de mi.-Eso me desconcerta y me siento a su lado, abrazando mis rodillas.
-¿Cómo cuales?
-Que tengo una parte "humana".
-No dije que no lo fueras.
-Pero lo pensaste, pensaste que era un mujeriego, que no me tomo nada en serio, también pesaras que soy un cabrón.-Hizo una pausa y se rió por lo bajo.-Pero tengo 19 años, quiero disfrutar de la vida, no vivir malas experiencias.
-Se puede disfrutar de la vida de varias maneras.-Le corté.
-Lo mejor es vivirla como la viven todos, así no sólamentes la vives, encajas.
-¿Para ti vivir la vida es fumar, alcohol y sexo?.-No contesto.-Yo creía que la estaba viviendo cuando conocí a Jack, pero me equivoqué.
-Enamorarte no es la solución.
-Lo es, cuando es correspondido y sabes que esa persona es especial.
Me mira y ahora la que aparta la mirada soy yo, desde aquí se ven muy bien las estrellas.
-No todos es color de rosa.-Me dice.
-Lo sé de sobra, ¿nunca te has sentido sólo? ¿con ganas de escapar de todo?
-No tienes porque sentirte sola, recuerda que todos vivimos bajo un mismo cielo y miramos una misma luna.
-Eres todo un filósofo.
-Tengo cosas buenas.-Dice elevando un poco las manos.
El silencio es el mejor acompañante, cruzamos por segunda vez miradas, estas mas duraderas.
-Eres preciosa, ¿sabes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.