martes, 26 de marzo de 2013

To the limit {19}

-¿Estás solo?
-Sí.

¿Qué hago Emma? ¿voy o no voy? me hablaba mi subconsciente, pero mi madre siempre me dice que le haga caso a mis adentros, y mis adentros me están gritando que vaya. Es increíble, tendría que estar aborreciéndolo y no con ganas de ir a su casa y matarlo a besos, pero al fin y al cabo. ¿Quién lo podía odiar?

Me resigno con un hondo y profundo suspiro. Bajo las escaleras y procuro que mi madre no me vea, no sé me da bien mentir y como se ponga a interrogarme, lo va a averiguar. Por suerte no hay nadie en la cocina, ay Emma Emma, ¿quién te diría a ti que estarías en está situación? Consigo salir de mi casa sin problemas. Cruzo lo poco de calle y llegó a la de Justin, suspiro. Llamo al timbre y él no tarda en abrirme.

-¡Qué agradable sorpresa!.-Dice con una sonrisa pícara.
-Entra, no quiero que me vean.

Y seguido entra, le sigo y nos paramos en medio de su salón.

-Ni siquiera sé porque vengo, tendría que estar odiándote como hace... ¿unos días?
-Pero no puedes.-Se acerca y me agarra de la cintura.
-No te creas, que no me lo pones muy difícil.
-Cállate y dame el beso boba.-Dijo acercándose un poco más.

Entreabrió los labios e hizo el amago, pero giré la cara haciendo que me diera un beso en la mejilla. Ese escalofríos otra vez. Vuelvo a mirarlo a los ojos, me derrito con ese color miel tan perfecto que tiene. Frunce el ceño y me mira confuso. Sonrío y él intenta no hacerlo, ¿porque lo intenta?


-¿Qué pasa ahora?
-Tengo un serio problema contigo.

Junta su frente con la mía y ya no existe distancia entre nosotros, sus labios se juntan con los míos, pero este no es un beso como los anteriores, este  es suave, profundo, sin prisas pero sin pausas. Sus labios se mueven al compás de los míos como plumas. Esto es más que un simple calentón, que un simple capricho. Se separa lentamente y yo le vuelvo a dar un pequeño pico sonoro. Pero igual de suave que el beso anterior.

Sus labios están mojados a causa del beso, los tiene más rosados que nunca y sus ojos son como un caramelo recién echo.

               
                                     NARRA JUSTIN

Sus ojos verdosos brillan más que nunca, sus pupilas se mueven de un lado a otro observando con detalles los míos, suelto una pequeña risa y ella baja la mirada, sonríe y su sonrisa es tan... tan... ¡Justin! te estas volviendo loco.

                                        NARRADOR

Ella le vuelve loco, Justin no entiende a eso que le llaman corazón y mucho menos, la palabra amor. Emma lo ha vivido, pero no lo ha vivido como lo está viviendo ahora. Lo vuelve a mirar, se pone nerviosa y Justin lo nota, ella gira su cabeza hacía la izquierda y él le deposita un beso en su mejilla derecha. Ella ríe. Él ríe. Los dos están felices. ¿Qué más necesitan?

                                       NARRA EMMA

-No me mires así.-Digo con una sonrisa que cubre mi rostro.
-No puedo evitarlo.
-Ya tienes tu beso, ahora, ¿me sueltas?
-¿Y si no quiero?
-Venga, mi madre no sabe que he venido.
-¿Te has escapado?
-Sí.
-Chica mala.-Me suelto de su agarre con la ayuda de mis manos.

Le doy el último beso sobre la comisura de sus labios, un beso fugaz, pero de esos que te entran un cosquilleo extraño en el estómago. Salgo de la casa pero Justin me vuelve a agarrar de la cintura.

-Justin, sueltame.
-No quiero que te vayas. ¿Cuándo volverás a hacerme una visita?
-Vine para que no me restregaras que me cubriste ante mi madre y yo te debo algo.

Consigo volver a escaparme, me giro y Justin está apoyado en el marco de la puerta, le sonrío y vuelvo la mirada al frente, pero puedo notar como sus ojos están clavados en mi, y eso hace que me ponga más nerviosa de lo que estoy.

Por fin en la puerta de mi casa, abro con cuidado y entro a mi casa, por suerte sigue sin haber nadie.

-Ay Justin.-Digo en voz alta y seguido una corta carcajada.

Voy al salón y me siento en el sofá, noto una figura alta bajar las escaleras y me sobresalto.

-Papá, me has asustado.-Se sienta a mi lado.
-¿En qué pensabas?
-En nada.-Suspiro.
-Ese suspiro no dice lo mismo. ¿De dónde vienes?
-De dar una vuelta.
-Te trae loca el vecino.
-¡Papá! ¿te vas a poner igual que mamá?
-Perdón perdón.
-Después de Jack, no quiero a nadie más en mi vida.
-Cariño, si lo de Jack no salio bien, es porque no era tu destino estar con él. No por eso tienes que rechazar a todos los chicos.
-Me engañó, y no quiero que se repita lo mismo.
-No se tiene porque repetir, dale otra oportunidad a ese corazón que todavía le queda mucho por vivir.

Seguido me da un beso en la frente y se va, mi padre siempre a sido un gran sabio. Una brisa de nostalgia recorre mi cuerpo, es raro hablar estás conversaciones con mis padres, pero después me siento bien, muy bien.


                                      NARRA JUSTIN

Pasan las horas y llaman a la puerta y es Ryan, nos saludamos con un abrazo y unas palmaditas en la espalda. Subimos a mi habitación y me dejo a caer en la cama.

-Hoy estás muy feliz man.-Me dice algo sorprendido.
-Lo sé.
-Emma te tiene loco.
-¿Y tú que sabes?
-A mi no me lo puedes negar, a mi también me tendría, pero no soy de ese tipo de chicos.
-Tú tampoco te quedas atrás, las miraditas que le echas a Brit son algo descaradas.
-Es muy guapa, próxima conquista.-Suelto una carcajada y niego con la cabeza.

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