-Estoy intentando controlarme, pero me lo pones difícil.
-En ningún momento dije que fuera a ser una chica fácil.-Hice una pausa.
-Yo tampoco dije lo contrario.
Se separo un poco para luego depositar pequeños besos en mi cuello, uno por uno hasta mi labio inferior, besando este con su lengua, haciendo que me provoque aun más. Vuelve a mi cuello.
-Justin.-Mi nombre así suena tan tremendamente sexy.
-Dime, nena.
-¿Lo has echo alguna vez en una noria?
Mi corazón se paralizó, yo me paralicé. No no, aquí no, sabía lo que me estaba dando a entender, está mal, el alcohol le afecta. No, me niego.
-¿A que viene esa pregunta?
-Simple curiosidad.
Mordió el óvulo de mi oreja, la noria se movio hacía abajo, suspiré aliviado. Mi móvil recibió un mensaje, otro golpe de suerte. Baje a Emma con cuidado y ella maldijo por dentro, deslicé mi móvil del mi bolsillo, era Chaz:
"Man, nos vamos con las chicas, os dejamos a Emma y a ti disfrutar, ¡Suerte!"
¿Golpe de suerte? Lo retiro, golpe malo. La noria se para y miro a mi derecha, ya hemos llegado. La agarro de la mano haciendo que salga con cuidado. Cede y hace caso a mis intenciones.
-Nena, ¿Qué te parece si te llevo a casa?
-Quiero estar contigo.-¿Se le había pasado algo la borrachera?
-Mañana nos veremos de nuevo, como siempre.
Bese su cabeza, se tambaleo un poco pero enseguida recupero el equilibrio. Cuando por fin la pude sacar de la fiesta sin ningún que otro inconveniente, pasa su mano por mi cintura, apoyando su cabeza en mi hombro. Parece más relajada. Va con los ojos cerrados, pero yo la voy guiando.
Unos minutos después, la llamo para que vuelva a la realidad,
-Ya estamos.
-Hm...-Gruñe abrazándose a mi.
Agarro su bolso y rebusco en este, hasta encontrar unas llaves con un una pequeña "E" colgada, me supongo que es por su nombre. Miro la hora en mi móvil, las 4 y media. Sus padres tienen que estar acostados por mi suerte, encajo una de las llaves en la cerradura. Bingo. La puerta se abre y deja al descubierto una ola de oscuridad, todas las luces están apagadas pero gracias a una farola puedo adentrarla en su casa bien.
-Justin...
-¿Sí?
-Puedo subir sol...
Pierde la compostura y cae en redondo, por suerte estoy detrás y la agarro de deprisa. Tiene los ojos abiertos e inmediatamente se agarra la frente con su mano derecha. No, no voy a dejarla así.
-¿Estás bien?
-Estoy... Mareada... Justin.
Apoya su cabeza en mi torso, no puede levantarse. Reacciono rápido, lo suficiente para cogerla en peso y subir hasta el baño, se acorruca más a mi. En que maldito momento abre dicho que sí a su propuesta de ir a esa condenada fiesta.
Llego a lo que me imagino que es su baño, su casa tiene casi la misma distribución que la mía. Vuelvo a dar en el clavo.
-¿Emm?
-¿Sí...?
Esta cociente, la subo en el lavamanos, ella se agarra a los bordes y consigue aguantarse. Enciendo la ducha, ahora mismo, no hay otra solución. Pongo el agua más bien fría y vuelvo a mirar a Emma. esta tiene la cabeza baja, su pecho sube y baja a la vez que su vestido negro, que por cierto, le hace muy buena figura.
Centrare man, me acerco y la vuelvo a coger a horcadas, pero esta vez para depositarla dentro la ducha, quito sus tacones y dejo que sus pies toquen el frío suelo de la ducha. Ella gime al contacto, poco a poco quito mis manos de su cintura. vuelve a desequilibrarse y opta por agarrar en un puño el cuello de mi camiseta, haciendo que entre con ella en la ducha. genial, ahora estamos los dos empapados.
-Mierda.-Murmurro.
Me sacudo un poco, algo estúpido ya que aun me estoy mojando igual, escucho una carcajada por parte de ella.
-Oh, ¿Qué es tan gracioso?
-Está situación.-Reímos juntos, la verdad, es que es gracioso.
Después de unos minutos. paramos, me está doliendo el estómago y por lo que veo, a ella igual. Hasta mojada. se ve perfecta. Meto algunos mechones que tiene pegados, gracias al agua, detrás de su oreja. Mis ojos bajan a su cuerpo, tiene el vestido más ajustado que antes favoreciendo más sus curvas.
-Hey...-Vuelve a reírse.-¿Sabes que aun mojado, estas tremendamente bueno?
Trago saliva sonoramente a propósito, me estoy tensando y Emma lo nota. Se acerca a mi con picardía, acaricia con su pulgar mis pómulos produciéndome un escalofríos. Atrapa mis labios en un beso suave, pero que poco a poco cobra vida. Esto empieza a tomar color. Doy permiso a su lengua para que se cuele en mi boca, me besa con pasión y agresiva, ella me conoce, sabe como soy, sabe que me cuesta resistirme.
Su lengua inspecciona cada rincón, da un salto enrollando sus piernas en mi cintura, esta bien para algunas cosas. Me atrevo a ir más adelante y bajo mis manos desde su espalda a su trasero, apretándolo más a mi y haciendo que mi erección suba más de lo que está. "No Justin, no debes, esta borracha." Me repite mi sabio subsconciente. Y no, no debo. ella parece que lee mi mente.
-Justin... El agua me ha despejado la mente, ya no estoy borracha.
-No nena, claro que lo estas.-Sigue contradiciéndome negando con la cabeza.
Su pequeña mano empieza a hacer un tour bajo mi camiseta, el contacto de nuestras pieles hace que gima ahogadamente, ella sonríe victoriosa. La ropa nos está sobrando. Bajo a su cuello, de positando besos desde este hasta su hombro desnudo, no la veo, pero sé que tiene los ojos cerrados. Juega a lo mismo que yo y posa sus labios en mi garganta, chupándola, mordiéndola, jugando con ella. Esto es la gloría.
Atrapo sus labios haciendo lo mismo que ella a echo con mi garganta, mis manos suben por su espald hasta llegar a un sitio inesperado, la cremallera del vestido.
Juego con ella, estoy en duda, es un gran paso y sé que no debo, pero me esta provocando a hacerlo.
-Hazlo.
-No...
-Justin.-Me dice firme.-Hazlo.
La bajo, ella me frunce el ceño, la vuelva a besar y rápidamente la giro, dejándola cara a cara con la pared. Sonríe. Sonrío. Miro por última vez su cierre hasta bajarlo poco a poco, a la vez que recorro con mi lengua el mismo camino que la cremallera. Llego al tope, un poco más abajo de la mitad de la espalda. se arquea, y eso hace que me ponga más.
Veo como vestido baja por sus piernas, dejando un cojunto negro como ropa interior al aire. Trago saliva. Da un pequeño saltito y tira el vestido con su pie hacía un lado, se gira, mis ojos recorre su cuerpo con perfectas curvas. Se muerde el labio inferior, se lanza a mi sacando mi camisa que cae fuera de la ducha. Deborro sus labios como si de ellos dependieran mi vida, esto es superior a mis fuerzas.
-Nena... Estas tremendamente buena.
Ella no contesta solo sonríe pero por poco tiempo, vuelve a marearse, joder.
-Mierda, ya es suficiente.
-No Justin, estoy bien.
La agarro en peso, apago la ducha con el codo y la saco, sentándola de nuevo en el lavamanos.
-Tú sabes...-Hago una pausa.-Como soy, lo que me cuesta resistirme a ti, pero al fin y al cabo, lo hago. Por que contigo quiero las cosas enserio Emma, porque me importas, ¿Sabes? Y quiero, que tú primera vez sea conmigo. Pero hoy no es el día, quiero que estés segura, porque si no fuera sido por ese mareo... Habría pasado algo de lo que te podrías haber arrepentido, y te prometo, que esa primera vez será especial, ¿Vale?
Ella asiente, recojo mi camiseta y me la pongo, recojo su vestido y se lo doy. Le ayudo a bajarse y la acompaño a su cuarto.
-Justin, lo sient...
-No, no lo sientas, no tienes que sentir nada, ¿Esta bien?
-Sí.
-Ahora me tengo que ir, antes de que tus padres me pillen.
Le doy un pico y salgo de su habitación, cerrando la puerta detrás de mi. Suspiro. Hemos estado muy cerca, pero has hecho bien Drew, estoy orgulloso de ti.
Bajo las escaleras sin hacer ruido hasta llegar a su puerta. Hace calor. Ha sido una noche larga.
AL DÍA SIGUIENTE
NARRA EMMA
-Hmm...
Abro un ojo, lo vuelvo a cerrar, lo vuelvo a abrir, hasta que abro los dos a la vez. Me muevo en las sabanas fijando mi mirada al techo. La cabeza me da punzadas. ¿Qué a pasado?
Intento recuperar los recuerdos de anoche, que vuelven poco a poco. La fiesta, la música, me pase con las bebidas, borracha, la noria, el baño. Si no fuera por Justin, habría amanecido desnuda con él en la ducha.
Me levanto de la cama, no sé como tuve cabeza para ponerme el pijama. Un silvido me desconcerta, me giro hacía la ventana, es Justin, mierda. No quiero imaginar las pintas que llevo ahora mismo.
-¿Cómo has amanecido?
-Con un dolor de cabeza insoportable, y me imagino mis pintas.
-Estas preciosa.
-Sí, ya.-Vacilo.-Voy a cambiarme y a tomarme algo, o si no, no aguanto el día de hoy.
-Está bien, ahora nos vemos.-Me guiña gracioso.
Ruedo los ojos, agarro algo de ropa de mi armario y voy al baño. Vuelven algunos recuerdos de anoche. Abro el grifo de la ducha poniéndola tibia. Madre mía, la cabeza vuelve a darme punzadas.
Toco el agua con las yemas de mis dedos, está a una temperatura estable. Saco mi ropa de mi cuerpo echándola al cesto de la ropa sucia. En unos segundos las pequeñas gotitas se dispersan por todo mi cuerpo, mis músculos se relajan y parece que parte de las tensiones desparecen.
Justamente tardo 15 minutos, ni más, ni menos. Me enrollo una toalla en el pelo y con otra me seco el cuerpo. Pongo mi ropa interior y encima unos shorts con una camiseta de tirantes, ancha por el obligo y con un nudo en este, verde agua y de botones hasta el nudo, acompañándolo de unas Converse del mismo color.
Me hago una cola alta y listo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.