-¡Cuéntanos todo ya!
Y así hice, contesté todas sus preguntas y les expliqué con lujos de detalles.
-¡Qué fuerte!.-Dicen casi al ausonio.
-Lo sé.
-Y... ¿estás segura que te quiere?.-Dice Marie.
Me levanto del sofá dándoles la espalda, bajo la mirada y me giro sin aun subirla.
-Él me ha dicho que sí, y yo...-Hago una pausa.-Siento que le creo.
Marie se levanta y se acerca a mí, me sonríe y me abraza, estos pequeños detalles se hacen inolvidables. Nos separamos al cabo de unos 10 segundos.
-Bueno nosotras nos vamos.
-Ir ustedes, yo aun me voy a quedar un poco más.-Dice Brit.
Las chicas asienten y sonríen, nos despedimos y a los pocos segundos desaparecen por la puerta. Brit se queda segundos mirándome a los ojos, intentado contener una sonrisa que se vuelve visible poco a poco.
-¡Lo sabía!
-¿El qué?
-¡Qué esto iba a pasar! ¡Te lo dije, te lo dije!
-No me dijiste nada.-Digo riéndome.
-Te dije que te encantaba y me lo negaste.
Me quedé callada, Brit me iba a llevar la contraría digiera lo que digiera. La puerta se abre y mis padres aparecen por esta.
-Oh cariño, ¿Dónde has estado?.-Dice mi madre preocupada.
-Pues...
-Conmigo.-Brit siempre salvándome.
No parecían muy convencidos, pero aun así se quedaron con esa versión. Y agradezco que lo hagan.
-Brit, ¿te quieres quedar a cenar?
-Oh, muchas gracias pero mis padres me estarán esperando.-Le contesta a mi madre.-Adiós.
Me da un abrazo y se despide con la mano. Mi padre me mira curioso, les dedico una sonrisa angelical.
-¿No vas a cenar?
-No tengo ganas, estoy cansada. Buenas noches.
-Pero...
Termino de subir los escalones y llego a mi habitación. No he dejado que me terminase de hablar, y aun que luego me lleve una buena bronca por dejarlo con la palabra en la boca, me he ahorrado unos "No puedes seguir así, comes muy poco." Miro mi móvil, un WhatsApp. Me siento en la cama.
-Nena. *Un corazón*
-Idiota.
-Que bordes eres.
-Y tú sigues siendo odioso.
-Un odioso a el que quieres.-No contesto.-¿Sigues ahí?
-Sí.
-Baja.
-¿Qué? ¿A dónde?
-A tu salón.
-Acabo de subir. *Carita enfadada*
-Lo sé.
Me levanto y salgo de mi habitación, me acerco e intento no hacer ruido, llego a las escaleras y bajo los primeros escalones, unos cuantos más hasta que pueda ver perfectamente el salón. ¿Justin? ¿Qué coño hace aquí? y con su madre. Él me ve y me guiña un ojo.
Vuelvo a abrir el WhatsApp.
-¿Qué haces en mi casa?
-Tu madre y la mía que se llevan muy bien.
Lo miro y le elevo una ceja divertida, bajo las escaleras decidida y todas las miradas caen en mi, miro a mi padre y luego a Pattie, me acerco a ella y la saludo con dos besos y una amplia sonrisa.
-Jovencita.-Me dice mi padre.
-Sí, ¿papá?.-Digo poniendo un tono cariñoso.
-Que sea la última vez que me dejas con la palabra en la boca.
-Perdón.
-Que sea la última vez.-Volvió a repetir, señalándome con el dedo y esta vez algo más duro. Bajo la mirada y la vuelvo a mi padre, este sonríe vencido.
-Anda, siéntate.-Le sonrío y le beso en la mejilla.
Mis padres siempre han sido comprensivos, aun que me han regañado cuando tenían que hacerlo.
Me siento alado de mis padres, justo enfrente está la madre de Justin, y él a su lado. Esto es un poco incomodo. Que digo un poco, mucho.
Vuelvo a enviarle otro mensaje al móvil.
-¿Qué haces aquí?
-Ya te lo he dicho, mi madre y la tuya son muy buenas amigas y han quedado, ¿qué quieres que le haga?
-¿Y por qué has venido tú?
-Porqué te quería ver.
-Me acababas de ver.
-Tú también estabas deseando que viniera.
Mi madre está hablando pacíficamente con Pattie, mientras mi padre escucha la conversación. Si supieran...
Justin y yo estamos al borde de un ataque de risa, esta tensión y este silencio no es bueno.
-Chicos, ¿qué os pasa?
-Nada.-Decimos al ausonio.
Mis ojos bajan a sus labios sin poder evitarlo, quito la mirada rápidamente y me pongo en pie.
-Voy a por un vaso de agua.
Me pego más al sofá en el que está Justin y hago como la que tropiezo con el borde, me agarro el tobillo con la mano derecha y con la izquierda me apoyo.
-¡Ay!.-Suelto un quejido.
Justin se levanta a la velocidad de la luz y me agarra por la cintura, haciendo que no caiga todo el peso en mí. Me giro quedando cara a cara con él.
-¿Te duele?.-Le guiño un ojo y no tarda mucho en averiguar mi indirecta.
-Sí, mucho.
-Será mejor que la suba a su cuarto.-Dice girándose hacía mi madre.
-Oh claro, te ayudo.-No no no, por favor.
-No, no sé moleste, puedo con ella.
-¿Estás seguro?
-Sí.-Esboza una sonrisa.
-Muchas gracias Justin.
Le vuelve a sonreír y me coge en peso, rodeo su cuello con mis manos cruzándolas al final de este.
-¿Mejor?
-Sí.
Apoyo mi cabeza en su pecho, empieza a subir los escalones con cuidado.
-Peso mucho.
-Eres una pluma.
-Ya, claro.-Vacilo. Termina de subir el tramo de escaleras y entra a mi cuarto.
-¿Cómo sabías que este eras mi cuarto?
-Esa es mi ventana.
Me baja y empezamos a reír. Cierro la puerta sin aun parar, nos ha salido muy bien el teatro. Pongo mi dedo entre mis labios intentado no soltar más carcajadas, no me quiero arriesgar a que nos descubran.
-Buena actriz.
-Lo sé.
Me acerco y salto encima, enrollo mis piernas en su cintura, me agarra de las piernas, no muy arriba y me apoya contra la pared. Me acomodo rozando su miembro, eso hace un gemido por su parte, sonrío victoriosa.
Corto la distancia y beso su labio inferior, acomodamos nuestros labios para formular un mejor beso, dejo que su lengua entre en mi boca lamiendo mis dientes. La retira, hace un recorrido de besos lentos a mi mejilla, luego hasta mi oreja.
-Me tienes loco.
-Me vuelves loca.
Agarro su cara entre mis manos volviendo a quedar frente a frente, acaricio sus pómulos con las yemas de mis pulgares. Me suelta dejándome tocar de nuevo el suelo, cierra los ojos y los abre al instante. Me agarra un poco más arriba de las caderas y vuelvo a besarlo, sin lenguas, sólo nuestros labios.
-¿Se puede?.-Se escucha detrás de la puerta.
Justin y yo nos miramos alarmados, corro y salto en la cama, Justin se queda de pie a mi lado.
-¡Sí!.-Grito. La puerta se abre, es Pattie.
-Emma, quería saber como estabas.
-Ya mejor Pattie, gracias.
-Me alegro mucho cielo. Justin, es tarde, será mejor que nos vayamos.-Justin asiente, Pattie sale fuera de mi habitación y Justin hace el amago, pero se lo impido.
-¡Justin!
-¿Sí?
-Gracias.-Puedo ver como su madre sonríe y sigue camino.
-Cuando necesites de nuevo a un doctor.-Hace una pausa.-Sólo grita.-Y cierra la puerta.
NARRADOR
-Emma, te tiene perdida.-Se dice ella misma.
-Justin, te tiene perdido.-Se dice a él mismo.
A ella sólo le vasta un ratito con Justin para tener un día completo, en cambio, Justin la quiere las 24 horas. Él cada día experimenta cosas nueva gracias a Emma, y eso le gusta, le gusta lo que siente aun que, a la vez le asusta. Pero que más le da, está feliz, diferente, ha encontrado a ella y ya no necesita nada más.
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