domingo, 28 de abril de 2013

To the limit {26}

-Estoy intentando controlarme, pero me lo pones difícil.
-En ningún momento dije que fuera a ser una chica fácil.-Hice una pausa.
-Yo tampoco dije lo contrario.

Se separo un poco para luego depositar pequeños besos en mi cuello, uno por uno hasta mi labio inferior, besando este con su lengua, haciendo que me provoque aun más. Vuelve a mi cuello.

-Justin.-Mi nombre así suena tan tremendamente sexy.
-Dime, nena.
-¿Lo has echo alguna vez en una noria?

Mi corazón se paralizó, yo me paralicé. No no, aquí no, sabía lo que me estaba dando a entender, está mal, el alcohol le afecta. No, me niego.

-¿A que viene esa pregunta?
-Simple curiosidad.

Mordió el óvulo de mi oreja, la noria se movio hacía abajo, suspiré aliviado. Mi móvil recibió un mensaje, otro golpe de suerte. Baje a Emma con cuidado y ella maldijo por dentro, deslicé mi móvil del mi bolsillo, era Chaz:

"Man, nos vamos con las chicas, os dejamos a Emma y a ti disfrutar, ¡Suerte!"

¿Golpe de suerte? Lo retiro, golpe malo. La noria se para y miro a mi derecha, ya hemos llegado. La agarro de la mano haciendo que salga con cuidado. Cede y hace caso a mis intenciones.

-Nena, ¿Qué te parece si te llevo a casa?
-Quiero estar contigo.-¿Se le había pasado algo la borrachera?
-Mañana nos veremos de nuevo, como siempre.

Bese su cabeza, se tambaleo un poco pero enseguida recupero el equilibrio. Cuando por fin la pude sacar de la fiesta sin ningún que otro inconveniente, pasa su mano por mi cintura, apoyando su cabeza en mi hombro. Parece más relajada. Va con los ojos cerrados, pero yo la voy guiando.

Unos minutos después, la llamo para que vuelva a la realidad,

-Ya estamos.
-Hm...-Gruñe abrazándose a mi.

Agarro su bolso y rebusco en este, hasta encontrar unas llaves con un una pequeña "E" colgada, me supongo que es por su nombre. Miro la hora en mi móvil, las 4 y media. Sus padres tienen que estar acostados por mi suerte, encajo una de las llaves en la cerradura. Bingo. La puerta se abre y deja al descubierto una ola de oscuridad, todas las luces están apagadas pero gracias a una farola puedo adentrarla en su casa bien.

-Justin...
-¿Sí?
-Puedo subir sol...

Pierde la compostura y cae en redondo, por suerte estoy detrás y la agarro de deprisa. Tiene los ojos abiertos e inmediatamente se agarra la frente con su mano derecha. No, no voy a dejarla así.

-¿Estás bien?
-Estoy... Mareada... Justin.

Apoya su cabeza en mi torso, no puede levantarse. Reacciono rápido, lo suficiente para cogerla en peso y subir hasta el baño, se acorruca más a mi. En que maldito momento abre dicho que sí a su propuesta de ir a esa condenada fiesta.

Llego a lo que me imagino que es su baño, su casa tiene casi la misma distribución que la mía. Vuelvo a dar en el clavo.

-¿Emm?
-¿Sí...?

Esta cociente, la subo en el lavamanos, ella se agarra a los bordes y consigue aguantarse. Enciendo la ducha, ahora mismo, no hay otra solución. Pongo el agua más bien fría y vuelvo a mirar a Emma. esta tiene la cabeza baja, su pecho sube y baja a la vez que su vestido negro, que por cierto, le hace muy buena figura.

Centrare man, me acerco y la vuelvo a coger a horcadas, pero esta vez para depositarla dentro la ducha, quito sus tacones y dejo que sus pies toquen el frío suelo de la ducha. Ella gime al contacto, poco a poco quito mis manos de su cintura. vuelve a desequilibrarse y opta por agarrar en un puño el cuello de mi camiseta, haciendo que entre con ella en la ducha. genial, ahora estamos los dos empapados.

-Mierda.-Murmurro.

Me sacudo un poco, algo estúpido ya que aun me estoy mojando igual, escucho una carcajada por parte de ella.

-Oh, ¿Qué es tan gracioso?
-Está situación.-Reímos juntos, la verdad, es que es gracioso.

Después de unos minutos. paramos, me está doliendo el estómago y por lo que veo, a ella igual. Hasta mojada. se ve perfecta. Meto algunos mechones que tiene pegados, gracias al agua, detrás de su oreja. Mis ojos bajan a su cuerpo, tiene el vestido más ajustado que antes favoreciendo más sus curvas.

-Hey...-Vuelve a reírse.-¿Sabes que aun mojado, estas tremendamente bueno?

Trago saliva sonoramente a propósito, me estoy tensando y Emma lo nota. Se acerca a mi con picardía, acaricia con su pulgar mis pómulos produciéndome un escalofríos. Atrapa mis labios en un beso suave, pero que poco a poco cobra vida. Esto empieza a tomar color. Doy permiso a su lengua para que se cuele en mi boca, me besa con pasión y agresiva, ella me conoce, sabe como soy, sabe que me cuesta resistirme.

Su lengua inspecciona cada rincón, da un salto enrollando sus piernas en mi cintura, esta bien para algunas cosas. Me atrevo a ir más adelante y bajo mis manos desde su espalda a su trasero, apretándolo más a mi y haciendo que mi erección suba más de lo que está. "No Justin, no debes, esta borracha." Me repite mi sabio subsconciente. Y no, no debo. ella parece que lee mi mente.

-Justin... El agua me ha despejado la mente, ya no estoy borracha.
-No nena, claro que lo estas.-Sigue contradiciéndome negando con la cabeza.

Su pequeña mano empieza a hacer un tour bajo mi camiseta, el contacto de nuestras pieles hace que gima ahogadamente, ella sonríe victoriosa. La ropa nos está sobrando. Bajo a su cuello, de positando besos desde este hasta su hombro desnudo, no la veo, pero sé que tiene los ojos cerrados. Juega a lo mismo que yo y posa sus labios en mi garganta, chupándola, mordiéndola, jugando con ella. Esto es la gloría.

Atrapo sus labios haciendo lo mismo que ella a echo con mi garganta, mis manos suben por su espald hasta llegar a un sitio inesperado, la cremallera del vestido.

Juego con ella, estoy en duda, es un gran paso y sé que no debo, pero me esta provocando a hacerlo.

-Hazlo.
-No...
-Justin.-Me dice firme.-Hazlo.

La bajo, ella me frunce el ceño, la vuelva a besar y rápidamente la giro, dejándola cara a cara con la pared. Sonríe. Sonrío. Miro por última vez su cierre hasta bajarlo poco a poco, a la vez que recorro con mi lengua el mismo camino que la cremallera. Llego al tope, un poco más abajo de la mitad de la espalda. se arquea, y eso hace que me ponga más.

Veo como vestido baja por sus piernas, dejando un cojunto negro como ropa interior al aire. Trago saliva. Da un pequeño saltito y tira el vestido con su pie hacía un lado, se gira, mis ojos recorre su cuerpo con perfectas curvas. Se muerde el labio inferior, se lanza a mi sacando mi camisa que cae fuera de la ducha. Deborro sus labios como si de ellos dependieran mi vida, esto es superior a mis fuerzas.

-Nena... Estas tremendamente buena.

Ella no contesta solo sonríe pero por poco tiempo, vuelve a marearse, joder.

-Mierda, ya es suficiente.
-No Justin, estoy bien.

La agarro en peso, apago la ducha con el codo y la saco, sentándola de nuevo en el lavamanos.

-Tú sabes...-Hago una pausa.-Como soy, lo que me cuesta resistirme a ti, pero al fin y al cabo, lo hago. Por que contigo quiero las cosas enserio Emma, porque me importas, ¿Sabes? Y quiero, que tú primera vez sea conmigo. Pero hoy no es el día, quiero que estés segura, porque si no fuera sido por ese mareo... Habría pasado algo de lo que te podrías haber arrepentido, y te prometo, que esa primera vez será especial, ¿Vale?

Ella asiente, recojo mi camiseta y me la pongo, recojo su vestido y se lo doy. Le ayudo a bajarse y la acompaño a su cuarto.

-Justin, lo sient...
-No, no lo sientas, no tienes que sentir nada, ¿Esta bien?
-Sí.
-Ahora me tengo que ir, antes de que tus padres me pillen.

Le doy un pico y salgo de su habitación, cerrando la puerta detrás de mi. Suspiro. Hemos estado muy cerca, pero has hecho bien Drew, estoy orgulloso de ti.

Bajo las escaleras sin hacer ruido hasta llegar a su puerta. Hace calor. Ha sido una noche larga.

                                   AL DÍA SIGUIENTE

                                       NARRA EMMA

-Hmm...

Abro un ojo, lo vuelvo a cerrar, lo vuelvo a abrir, hasta que abro los dos a la vez. Me muevo en las sabanas fijando mi mirada al techo. La cabeza me da punzadas. ¿Qué a pasado?

Intento recuperar los recuerdos de anoche, que vuelven poco a poco. La fiesta, la música, me pase con las bebidas, borracha, la noria, el baño. Si no fuera por Justin, habría amanecido desnuda con él en la ducha.

Me levanto de la cama, no sé como tuve cabeza para ponerme el pijama. Un silvido me desconcerta, me giro hacía la ventana, es Justin, mierda. No quiero imaginar las pintas que llevo ahora mismo.

-¿Cómo has amanecido?
-Con un dolor de cabeza insoportable, y me imagino mis pintas.
-Estas preciosa.
-Sí, ya.-Vacilo.-Voy a cambiarme y a tomarme algo, o si no, no aguanto el día de hoy.
-Está bien, ahora nos vemos.-Me guiña gracioso.

 Ruedo los ojos, agarro algo de ropa de mi armario y voy al baño. Vuelven algunos recuerdos de anoche. Abro el grifo de la ducha poniéndola tibia. Madre mía, la cabeza vuelve a darme punzadas.

Toco el agua con las yemas de mis dedos, está a una temperatura estable. Saco mi ropa de mi cuerpo echándola al cesto de la ropa sucia. En unos segundos las pequeñas gotitas se dispersan por todo mi cuerpo, mis músculos se relajan y parece que parte de las tensiones desparecen.

Justamente tardo 15 minutos, ni más, ni menos. Me enrollo una toalla en el pelo y con otra me seco el cuerpo. Pongo mi ropa interior y encima unos shorts con una camiseta de tirantes, ancha por el obligo y con un nudo en este, verde agua y de botones hasta el nudo, acompañándolo de unas Converse del mismo color.

Me hago una cola alta y listo.


domingo, 21 de abril de 2013

To the limit {25}

Pasamos una dos horas en el agua, estamos arrugados no, lo siguiente. La playa está más bien vacía y eso me gusta, más "Nosotros" y menos "Otros".

Llevamos unos 5 minutos caminando por la orilla, pero ella no se cansa. Tiene agarrada mi mano y su vista al mar, está sonriente.

-Pequeña, ¿En que piensas?
-En nosotros.-Para en seco, se sitúa frente a mi y agarra mis manos.
-En lo que sería yo sin ti.
-¿Y que serías?
-Nada.-Me acerco más, ella cierra los ojos. Pego su frente con la mía y trago saliva.
-Te amo.

                                        NARRA EMMA

Cosquilleo, electricidad, amor, fuegos artificiales. ¡PUM! Adiós corazón. "Te amo", me ama, ha pasado del "Te quiero" al "Te amo", y eso es un paso más hacía adelante.

Abro los ojos como si eso me hubiera caído por sorpresa, pero la verdad, es que ha sido una sorpresa.

-Yo también te amo.
-Pero yo más.
-No, yo más.
-Yo de aquí a la luna.
-Yo de aquí al cielo.

No le deje seguir, pero sus labios respondieron por sus palabras. Muerde mi labio inferior y lo deja caer, los curvos formulado una sonrisa.

Una mujer se acerca a nosotros, vestida con pantalones cortos y una camiseta de tirantes, llevaba unos pequeños papelitos de propaganda en la mano. Me da uno a mi y luego uno a Justin, ambos lo agarramos, la señorita nos sonríe y se va hacía un grupo de chicos para seguir repartiendo.

Justin lo lee en voz alta, a la vez que yo lo leo para mis adentros.

-"Ven y diviértete." Que originales.

Suelto una carcajada, hay una pequeña foto. De simple vista parece un parque temático por la gran noria que se ve de fondo, pero se puede contemplar a gente bailando al aire libre y con bebidas en la mano, también hay puesto de comidas y una barra. Tiene que estar bien.

-¿Porque no vamos? ¡Y avisamos a los chicos!.-Sugiero.
-Las niñas buenas no van a esos sitios.
-No seas tonto, no es nada malo.
-Esta bien, yo avisare a los chicos y tú avisas a tus amigas.

Me pongo de puntillas y lo abrazo.

-¿Nos hacemos fotos?
-¿Te has traído la cámara?
-Siempre la llevo encima.

Lo vuelvo a agarrar de una sola mano y tiro de él para que aumente la velocidad de su paso. Me acerco a mi bolso y rebusco en este. Soy amante de la fotografía, cuido mi cámara mucho así que la tengo guardada en un pequeño forro, junto al objetivo. Lo monto y se la enseño, me estira la mano en señal de que se la muestre y eso hago.

-Me gusta.-Sonrío y me levanto de la arena. La vuelvo a agarrar yo y la enciendo.
-Ponte.

Me agarra de la cintura y pone su cabeza en mi hombro. Flash. Me da un beso en la mejilla, que hace que baje un poco la vista y sonría automáticamente. Flash. Este ha sido sin querer, pero la foto ha quedado bien. Me quita la cámara de mis manos, aprovecho y me sacudo los granitos de arena que se me han quedado pegados en las rodillas. Flash.

-Borrala.
-Sales preciosa.
-Ya, claro.-Vacilo.

Posa sus labios sobres los míos. Otro flash.

Así varias veces seguidas, la pantalla tiene que tener la cara de Justin más que gravada de tantas que les he echo desprevenido, al igual que él a mi. Nos hicimos otras cuantas con su iPhone, no tiene un perfil malo, ponga la cara que ponga sale bien en todas.

                                     HORAS DESPUÉS

Hace una hora que vine de la playa con Justin, he avisado a las chicas y obviamente, aceptaron. Aly me ha dicho que está saliendo con Chaz y eso me alegra, se lo merece. Termino de alisarme el pelo y me coloco un vestido negro, liso, sin tirantes y corto, pero nada exagerado. Me maquillo un poco y por último, encajo mis pies en unos tacones que tenía en la cama.

Son las 10 y media, me vuelvo a mirar al espejo, suspiro. Bajo los escalones con el fino taconeo de mis zapatos, abro la puerta y los saludo uno por uno, están todos, pero faltan Justin y Ryan.

-Ya vienen Emma, tranquila.-Dice Chaz.
-¿Nos echabais de menos?.-Dice Ryan, Justin le acompaña cerrando la puerta de su casa.
-No, tranquilo, puedes irte.
-Oh Brit, que mentirosilla.

Justin sonríe, esta más que guapísimo, lleva una camiseta blanca lisa y encima una chaqueta negra y unos jeans del mismo color. Me da un besito corto y entrelezamos nuestros dedos.

-¿Dónde es?.-Pregunta Kate.
-No esta muy lejos, se puede ir a pie.-Le contesta Justin.

Y tenía razón, en unos minutos a pie se puede escuchar la música y ver la gran noria girar, es una bonita estampa, la misma que en la foto. Unas chicas vienen borrachas, riendo y con bebidas en la mano, están en mal estado.

-Dudo que salgamos vivos.

La música ya rebota en mi cuerpo, Chaz y Aly se van a la barra, mientras que los demás ya están bailando. Justin no esta a mi lado, genial, ¿Dónde se a metido ahora?

-¿Buscándome?
-¿Dónde estabas?.-Me extiende una bebida.-¿Y esto?
-Bebe.

Tomo un sorbo y achino los ojos, es fuerte, muy fuerte, pero dulce y a la vez agradable.

-¿Qué me has dado?
-Receta secreta.-El vaso no estaba muy lleno, así que me bebo lo que queda de golpe, este trago ha sido más placentero.-Nena, tan ligero no.
-¡Emma! ¡Ven!.-Grita Marie.
-Ve con tus amigas, ahora voy yo.
-No te quiero dejar solo.
-Tranquila, no creo que venga Beyoncé.-Le doy un leve porrazo en el hombro y voy con las chicas.

Segundo, un Ron con Coca-Cola, empieza a sonar una música algo más atrevida y mi cuerpo coge ritmo. Bailo con el vaso en la mano al igual que las chicas. Otro solvo, y otro, y otro hasta que no me queda nada más. Me acerco a la barra a por mi tercer cubata. Alguien me aprensa con sus brazos, es Justin, me sirven un Vodka.

-Gracias.-Lo agarro.
-¿Cuánto llevas?
-El tercero, tranquilo, me controlo.-Me eleva una ceja.-Vamos a bailar.

                                     NARRA JUSTIN

Me lleva de la mano a la pista, se pega a mi y empieza a hacer movimientos no muy buenos. Empieza a tomar su Vodka, eleva un poco en vaso en señal de que beba, tomo un poco, madre mía, se lo han puesto demasiado fuerte. Bailo con ella hasta que se escucha un grito de fondo y en un abrir y cerrar de ojos estamos empapados. Han abierto una manguera y para que negarlo, se apetece. Ryan me pasa un Whisky y otro a Emma, ¿Me la quieren reventar? El alcohol le está haciendo efecto y está empezando a reírse. ¡No no! No sé controla.

-Estas bebiendo demasiado.
-¡Tranquilo, te he dicho que me controlo!.-Me dice gritando por el volumen de la música.
-No, no te estas controlando.

Yo me bebo el último Whisky, pero esta vez con limonada. El alcohol la verdad es una de mis perdiciones, pero tengo que llevarla a casa y no vamos a ir los dos borrachos. Contando que ella ya lo está. Ella ha acabado un Ron con zumo de limón.

-Vamos, estas borracha.
-No lo estoy.-Se tambalea.
-No puedes mantenerte en pie.
-¡Vamos a la noria!
-¿Qué?
-¡Sí! ¡Vamos!

Vuelve a tirar empujándome por la espalda, puedo escuchar sus carcajadas. Pues a la noria, así no sigue bebiendo.

Entramos a una pequeña sala con dos puertas, espaciosa y con grandes vistas, pero se mueve hacía todas las direcciones, esta cubierto.

Ella entra corriendo y estira los brazos observando el paisaje, empieza a elevarse y a ella le gusta más.

-Cariño, ¿No te gusta?

Una turbulencia, la agarro y ella vuelve a reírse. Me mira y se muerde el labio inferior. Me besa, esta vez es ella quien introduce su lengua en mi boca, salta para enrollar sus piernas en mi cintura, la pego en la pared para no retener todo el peso en mi, esto me he superior.

Mi miembro saluda, genial, ella lo nota y gime ahogadamente dentro de mi. Paramos, se separa con una sonrisa picarona de mis labios, estamos arriba del todo. Ella aprovecha que me distraigo para dar pequeños besos en mi cuello, mis adentros se están derritiendo.

-Estoy intentando controlarme, pero me lo pones difícil.
-En ningún momento dije que fuera a ser una chica fácil.

domingo, 14 de abril de 2013

To the limit {24}

                                    AL DÍA SIGUIENTE

                                       NARRA JUSTIN

-Justin...
-Un poco más... Mamá.
-Tienes visita.
-Dile a Ryan que se vaya.
-No es Ryan.-Escucho el sonido de la puerta cerrarse.

Abro los ojos y me giro dándole la cara a la puerta, delante de esta, está Emma con sus brazos en jarras, me eleva una ceja irónica, repito su mismo gesto y abro los brazos aun tumbado en la cama, se rinde y sonríe. Se acerca y se inclina para darme un beso, me aprovecho de su postura y tiro de su cintura, haciendo que caiga sobre mi.

-¿Te he despertado?.-Me dice pícara.
-Sí.
-Losiento.
-Pero me encanta.

Formulamos un corto beso. Así da gusto despertarse. Se acomoda dándome la espalda y poniendo su cabeza en mi torso. Me acomodo sentándome y paso mi brazo derecho por su hombro, agarrándole la mano.

-¿Qué vas a hacer hoy?.-Me pregunta.
-Estar contigo.-Le contesto besando su cabeza.
-Me creía que te las iba a pasar durmiendo. No me imagino a tus hijos Bieber.
-¿Mis hijos?
-Sí, tus hijos.
-Oh pues... serían perfectos. Mi belleza natural junto con la de Beyoncé.-Se gira haciendo que quedemos cara a cara.
-¿Beyoncé?
-Sí, es la chica perfecta.

Me da con el codo en el costado, suelto un quejido y con las mismas se levanta de la cama, cruza sus brazos dándome la espalda. Suelto risa nula, pero que ella puede notar.

-No hace gracia.
-Vamos, ¡Era una broma!.-Me pongo en pie y doy pequeños pasos hasta estar justo detrás de ella.-No te enfades.
-Me voy.-La agarro de la cintura y la giro hacía a mí. Esto se está convirtiendo en una costumbre.
-Nena. Tú sabes...-Rozo mi nariz con la suya.-Que tú eres la única perfección que existe.
-No me mientas.
-No te miento... Porqué contigo no puedo hacerlo. ¿Y sabes qué?
-¿Qué?
-Mis hijos, tendrán tus ojos y tú preciosa sonrisa, y lo mejor, te llamarán mamá.

Rodea mi cuello y lo acaricia con las yemas de sus dedos, eso hace que mi estómago se revolucione. Sonríe por fin, pero sin dejar ver sus dientes. Inclino mi cabeza para formular un suave pico.

-¿Lo dices en serio?
-Muy en serio. No dudes de mí.
-No lo hago.

Unos pasos se acercan a la velocidad de la luz, suben las escaleras y están cerca de la habitación. Emma se separa algo extrañada de mi y ambos miramos a la puerta. Se abre, y mi madre aparece por esta con el teléfono en la mano.

-¿Interrumpo?
-Oh no, para nada.-Contesta Emma.
-Justin, el teléfono.-¿Para mi?
-¿Para mi?
-Sí.

Lo agarro y me lo llevo al oído.

-¿Sí?
-¿Justin?
-¿Papá?
-¡Hijo! ¿Como estás?
-Muy bien papá, ¿Y tú? ¿Y los pequeños?
-Muy bien, y tus hermanos, muy alegres.
-¿Y a qué se debe?
-Vamos a ir a Stratford.
-¿En serio? ¿Cuando?
-Lo más pronto que podamos.
-Mamá y yo os estaremos esperando.-Emma me mira y me sonríe aliviada.
-Hijo, tengo que dejarte. Jazzy se está peleando con Jaxon por el mando de la TV.
-Adiós. Diles que los quiero.-Nostalgia, mucha nostalgia. Pero a la vez felicidad.

La llamada se corta y ese "Pi... pi..." empieza a revotar en mi oído. Cuelgo y le devuelvo el teléfono a mi madre. Está sonríe. Sonrío. Miro a Emma, también sonríe. La abrazo y la elevo un poco del suelo, volviéndola a dejar en sus sitio a los segundos.

-¿Viene tu padre?
-Y con mis hermanos.
-¿Cuando?
-Dice que lo más pronto posible.
-Bueno... Os dejo que habléis.

De nuevo solos, ella y yo.

-¿Qué quieres hacer?.-Le dí doble sentido a su pregunta. Intento aguantar la risa.
-¡Justin!
-Perdón, no he podido evitar pensar así.
-Eres un guarro.

Carcajeo con ella, y entonces, se me ocurre una idea.

-Cambiate y ponte el bikini.
-¿Qué?
-Que nos vamos a la playa, venga. En 10 minutos estoy en la puerta de tu casa.
-Pero...
-No más "Peros".
-Está bien.-Me da un besito corto y se gira dando un saltito, como una niña pequeña. Mi niña pequeña.

                                      NARRA EMMA

Subo a mi habitación y rebusco entre el cajón que está bajo mi armario, saco un bikini rosa palo con algunas florecillas negras. Sin tirantes y cruzado en el pecho.

Me lo coloco, busco unos vaqueros cortos y me los ponga encima con una simple de tirantes. Cojo un bolso, guardo una toalla, neceser, gafas de Sol, llaves, dinero y cosas por el estilo, entre esas cosas, mi móvil y la cámara de fotos. Me engancho el bolso en el hombro y suspiro. Su cara, su sonrisa es lo que tengo presente todo mi puto día. Unos golpecitos aporrean la puerta.

-¡Adelante!.-Mi madre.
-Cariño, ¿Ibas a salir?
-Sí... Bueno... Iba a la playa.
-Me imagino con quien.
-No te imagines tanto mamá.-Le doy un beso en la mejilla.
-Me voy que me están esperando, no creo que llegue muy tarde. Te quiero, a ti y a papá.

Se lo imagina, lo sabe, lo intuye, al fin al cabo, tarde o temprano va a tener que saberlo, y quiero que sea por mi boca. Termino de bajar el último tramo de escaleras y abro la puerta, Justin aun no ha llegado, creo que me apresurado. Miro el reloj del móvil.

-Que rápida, ¿Llevas mucho tiempo?
-Acabo de salir.

Sonríe y me tiende la mano, se la agarro. Emprendemos marcha, cada vez que lo toco, es como un subidón y todas las energías de mi cuerpo de unen para ponerse más fuerte que nunca. Lo miro, tiene la vista fija al frente, bajo la mirada y ahora puedo notar que es él el que me mira. Me hago la tonta y seguimos caminando. Me pego más a él, soltando su mano y pasándola por su cintura, Justin pasa su brazo por mi cuello, uniéndome  más a él y haciendo que estemos más cerca de lo que ya estábamos. Hace calor, mucha calor. El Sol da de pleno sí, pero aun así el calor que me trasmite él, es apetecible.

-¿En qué piensas?
-En lo que somos ahora, y en lo que eramos antes.
-Antes, yo era un gilipollas.
-Sí, no te lo voy a negar.
-Pero era el gilipollas que te volvía loca.
-Tampoco te lo voy a negar. Pero loca de los nervios.
-Nervios, porqué me querías.
-Creído.
-Preciosa.

Después de un largo camino, puedo oler a mar, escuchar las olas y ver algunas que otras personas a los lejos. Me suelto del todo de Justin, corro hacía la arena y doy una vuelta sobre sí misma  con los brazos estirados. Miro a Justin, sonríe, sonríe con esa sonrisa tan suya. Me quito la camiseta, desabrocho mis vaqueros y los dejo caer a la arena. Justin ya está sin camiseta.

Se acerca poco a poco, cuando ya está lo suficientemente cerca y yo desprevenida, me levanta abrazándome por la cintura. Se crea un beso agresivo, con nuestras lenguas entrelezadas, empiezo a moverme, poco a poco se está acercando al agua. Una ola hace que sus pies se cubran totalmente, incluido sus tobillos. Gruñe aun en mi boca, eso no es buena señal. El agua está fría. Se adentra un poco más hasta que mis pies también se cubren, me separo pero él no sé conforma con eso, quiere más.

Vuelve a romper la distancia, y de repente... ¡PUM! Nos hundimos en el agua, su cuerpo está encima del mío, pero no me pesa. Entreabro los ojos y puedo ver su pelo revuelto gracias al agua, como cada cabello se mueve de un lado a otro.

Ahora sí que necesito aire, pero no sólo yo, también él. Me eleva de las caderas haciendo que yo salga antes que él.

-Está fría.
-¿Tú crees?.-Me rodea con sus musculosos brazos. Asiento.

Nos echamos agua, nos reímos, nos besamos. Una de las veces me tiro en su espalda y él se sumerge, nadando a una velocidad que por mucho que yo entrene, no nadaría así. Sale a tomar aire, y ese proceso unas dos veces, como si de delfines tratáramos.

                                       NARRA JUSTIN

Retiro unos cuantos mechones de su cara, depositándolos detrás de su oreja. Drew, ahora es tú turno de que le enseñes a aumentar la velocidad, pero sin prisas. Trago saliva sonoramente a proposito, sus ojos, sus ojos son la octava maravilla del mundo. Ella es mi octava maravilla del mundo.

Paso mis labios por su mejilla y los bajo hacía su cuello, con sólo notar el tacto de estos se arquea un poco, pero lo puedo notar. Le doy un pequeño mordisco y paso mi lengua de un lado a otro, trayéndome las gotitas diminutas de agua, está salado, pero tiene su sabor. Le doy un beso algo más fuerte, dejandole una marca.

-Ay, me vas a sacar el cuello.
-Si vieras como te lo he dejado.
-Oh, genial.


Pasamos una dos horas en el agua, estamos arrugados no, lo siguiente. La playa está más bien vacía y eso me gusta, más "Nosotros" y menos "Otros".

domingo, 7 de abril de 2013

To the limit {23}

-¡Cuéntanos todo ya!

Y así hice, contesté todas sus preguntas y les expliqué con lujos de detalles.

-¡Qué fuerte!.-Dicen casi al ausonio.
-Lo sé.
-Y... ¿estás segura que te quiere?.-Dice Marie.

Me levanto del sofá dándoles la espalda, bajo la mirada y me giro sin aun subirla.

-Él me ha dicho que sí, y yo...-Hago una pausa.-Siento que le creo.

Marie se levanta y se acerca a mí, me sonríe y me abraza, estos pequeños detalles se hacen inolvidables. Nos separamos al cabo de unos 10 segundos.

-Bueno nosotras nos vamos.
-Ir ustedes, yo aun me voy a quedar un poco más.-Dice Brit.

Las chicas asienten y sonríen, nos despedimos y a los pocos segundos desaparecen por la puerta.  Brit se queda segundos mirándome a los ojos, intentado contener una sonrisa que se vuelve visible poco a poco.

-¡Lo sabía!
-¿El qué?
-¡Qué esto iba a pasar! ¡Te lo dije, te lo dije!
-No me dijiste nada.-Digo riéndome.
-Te dije que te encantaba y me lo negaste.

Me quedé callada, Brit me iba a llevar la contraría digiera lo que digiera. La puerta se abre y mis padres aparecen por esta.

-Oh cariño, ¿Dónde has estado?.-Dice mi madre preocupada.
-Pues...
-Conmigo.-Brit siempre salvándome.

No parecían muy convencidos, pero aun así se quedaron con esa versión. Y agradezco que lo hagan.

-Brit, ¿te quieres quedar a cenar?
-Oh, muchas gracias pero mis padres me estarán esperando.-Le contesta a mi madre.-Adiós.

Me da un abrazo y se despide con la mano. Mi padre me mira curioso, les dedico una sonrisa angelical.

-¿No vas a cenar?
-No tengo ganas, estoy cansada. Buenas noches.
-Pero...

Termino de subir los escalones y llego a mi habitación. No he dejado que me terminase de hablar, y aun que luego me lleve una buena bronca por dejarlo con la palabra en la boca, me he ahorrado unos "No puedes seguir así, comes muy poco." Miro mi móvil, un WhatsApp. Me siento en la cama.

-Nena. *Un corazón*
-Idiota.
-Que bordes eres.
-Y tú sigues siendo odioso.
-Un odioso a el que quieres.-No contesto.-¿Sigues ahí?
-Sí.
-Baja.
-¿Qué? ¿A dónde?
-A tu salón.
-Acabo de subir. *Carita enfadada*
-Lo sé.

Me levanto y salgo de mi habitación, me acerco e intento no hacer ruido, llego a las escaleras y bajo los primeros escalones, unos cuantos más hasta que pueda ver perfectamente el salón. ¿Justin? ¿Qué coño hace aquí? y con su madre. Él me ve y me guiña un ojo.

Vuelvo a abrir el WhatsApp.

-¿Qué haces en mi casa?
-Tu madre y la mía que se llevan muy bien.

Lo miro y le elevo una ceja divertida, bajo las escaleras decidida y todas las miradas caen en mi, miro a mi padre y luego a Pattie, me acerco a ella y la saludo con dos besos y una amplia sonrisa.

-Jovencita.-Me dice mi padre.
-Sí, ¿papá?.-Digo poniendo un tono cariñoso.
-Que sea la última vez que me dejas con la palabra en la boca.
-Perdón.
-Que sea la última vez.-Volvió a repetir, señalándome con el dedo y esta vez algo más duro. Bajo la mirada y la vuelvo a mi padre, este sonríe vencido.
-Anda, siéntate.-Le sonrío y le beso en la mejilla.

Mis padres siempre han sido comprensivos, aun que me han regañado cuando tenían que hacerlo.

Me siento alado de mis padres, justo enfrente está la madre de Justin, y él a su lado. Esto es un poco incomodo. Que digo un poco, mucho.

Vuelvo a enviarle otro mensaje al móvil.

-¿Qué haces aquí?
-Ya te lo he dicho, mi madre y la tuya son muy buenas amigas y han quedado, ¿qué quieres que le haga?
-¿Y por qué has venido tú?
-Porqué te quería ver.
-Me acababas de ver.
-Tú también estabas deseando que viniera.

Mi madre está hablando pacíficamente con Pattie, mientras mi padre escucha la conversación. Si supieran...

Justin y yo estamos al borde de un ataque de risa, esta tensión y este silencio no es bueno.

-Chicos, ¿qué os pasa?
-Nada.-Decimos al ausonio.

Mis ojos bajan a sus labios sin poder evitarlo, quito la mirada rápidamente y me pongo en pie.

-Voy a por un vaso de agua.

Me pego más al sofá en el que está Justin y hago como la que tropiezo con el borde, me agarro el tobillo con la mano derecha y con la izquierda me apoyo.

-¡Ay!.-Suelto un quejido.

Justin se levanta a la velocidad de la luz y me agarra por la cintura, haciendo que no caiga todo el peso en mí. Me giro quedando cara a cara con él.

-¿Te duele?.-Le guiño un ojo y no tarda mucho en averiguar mi indirecta.
-Sí, mucho.
-Será mejor que la suba a su cuarto.-Dice girándose hacía mi madre.
-Oh claro, te ayudo.-No no no, por favor.
-No, no sé moleste, puedo con ella.
-¿Estás seguro?
-Sí.-Esboza una sonrisa.
-Muchas gracias Justin.

Le vuelve a sonreír y me coge en peso, rodeo su cuello con mis manos cruzándolas al final de este.

-¿Mejor?
-Sí.

Apoyo mi cabeza en su pecho, empieza a subir los escalones con cuidado.

-Peso mucho.
-Eres una pluma.
-Ya, claro.-Vacilo. Termina de subir el tramo de escaleras y entra a mi cuarto.
-¿Cómo sabías que este eras mi cuarto?
-Esa es mi ventana.

Me baja y empezamos a reír. Cierro la puerta sin aun parar, nos ha salido muy bien el teatro. Pongo mi dedo entre mis labios intentado no soltar más carcajadas, no me quiero arriesgar a que nos descubran.

-Buena actriz.
-Lo sé.

Me acerco y salto encima, enrollo mis piernas en su cintura, me agarra de las piernas, no muy arriba y me apoya contra la pared. Me acomodo rozando su miembro, eso hace un gemido por su parte, sonrío victoriosa.

Corto la distancia y beso su labio inferior, acomodamos nuestros labios para formular un mejor beso, dejo que su lengua entre en mi boca lamiendo mis dientes. La retira, hace un recorrido de besos lentos a mi mejilla, luego hasta mi oreja.

-Me tienes loco.
-Me vuelves loca.

Agarro su cara entre mis manos volviendo a quedar frente a frente, acaricio sus pómulos con las yemas de mis pulgares. Me suelta dejándome tocar de nuevo el suelo, cierra los ojos y los abre al instante. Me agarra un poco más arriba de las caderas y vuelvo a besarlo, sin lenguas, sólo nuestros labios.

-¿Se puede?.-Se escucha detrás de la puerta.

Justin y yo nos miramos alarmados, corro y salto en la cama, Justin se queda de pie a mi lado.

-¡Sí!.-Grito. La puerta se abre, es Pattie.
-Emma, quería saber como estabas.
-Ya mejor Pattie, gracias.
-Me alegro mucho cielo. Justin, es tarde, será mejor que nos vayamos.-Justin asiente, Pattie sale fuera de mi habitación y Justin hace el amago, pero se lo impido.
-¡Justin!
-¿Sí?
-Gracias.-Puedo ver como su madre sonríe y sigue camino.
-Cuando necesites de nuevo a un doctor.-Hace una pausa.-Sólo grita.-Y cierra la puerta.

                                      NARRADOR

-Emma, te tiene perdida.-Se dice ella misma.
-Justin, te tiene perdido.-Se dice a él mismo.

A ella sólo le vasta un ratito con Justin para tener un día completo, en cambio, Justin la quiere las 24 horas. Él cada día experimenta cosas nueva gracias a Emma, y eso le gusta, le gusta lo que siente aun que, a la vez le asusta. Pero que más le da, está feliz, diferente, ha encontrado a ella y ya no necesita nada más.