-Es la que estaba con Jack el día que lo encontré besándose con otra.
Los ojos de Brit se abrieron como platos, yo en cambio, estaba paralizada en el suelo. La chica se giro haciendo que su larga melena negra golpeara el viento, ella estaba en el mismo estado que yo, sus ojos azules estaban oscuros y la sonrisa que formulaba con sus labios rojos se desvaneció.
-¡Sophia!.-La llamaron por detrás. Esta ni se inmutó.
Giré mi vista hasta el individuo que había pronunciado su nombre, mi corazón se encogió. El cabrón de mi ex.
-Emm...-No dejé que acabará la frase, fui a girarme pero rápidamente me agarró por el codo, maldecí el momento en el que decidí venir aquí a pasear.
-Quitas tus putas manos de ella Jack, no te la mereces, y ella ya no te necesita.-Me defendió mi amiga, ¿He dicho ya que la quiero?.-Vete con la otra, esa seguro que sí esta a tu altura.
Y seguido nos fuimos, odio encontrarme con él pero joder, vivimos en el mismo sitio y es inevitable.
-Tranquila.-Me consuela Brit pasando su mano por mi hombro, le sonrío.
UNAS HORAS DESPUÉS
Ya en mi casa recién duchada, me dispongo a buscar qué ponerme, abro el armario, ¿Jeans? No. Mejor unos shorts, saco unos de color vaquero y lo dejo sobre la cama, lo observo y vuelvo a mi armario. Rebusco entre las perchas separando las prendas unas de otras.
Me decido por una blanca con cuello imitando a el de una camisa formal, es de una tela parecida a la seda, tienes botones desde el comienzo hasta del fin y es un poco larga.
Coloco la parte superior, tirando la otra encima de mi cama, seguido, me coloco los pantalones metiendo la camiseta por dentro, pero no lo suficiente, dejándola bofa.
Pongo en mis diminutos pies unos tacones negros, no muy altos que ya me había puesto otras veces. Entro al baño y retoco un poco mi cara, lápiz de ojos, rimmel y coloretes. Lista.
Por último peino mi cabello para luego recogerlo en una cola alta, en esta hay ondulaciones. Dejo caer algunos mechones por mi cara, estiro mi mano hasta coger de una pequeña estantería mi peculiar colonia, echo un poco en mis muñecas y luego en mi cuello. Me doy la última mirada en el espejo, que acompaño de un suspiro.
-¡Emm! ¿¡Ya estas lista cariño¡?.-Dice mi madre a través de la puerta, me acerco a esta y la abro.
Mi madre lleva unos jeans blancos, en sus pies unos tacones bajos verdes botella, que hace juego con su camisa ancha del mismo color, pero esta tiene algunas flores blancas, al igual que su pantalón. Perfectamente acojuntada.
-Que guapa cariño.
-Tú también lo estás mamá.-Le sonrío.
Bajamos las dos al mismo tiempo donde mi padre nos espera en la puerta, también muy acojuntado, miro a mi madre y le ruedo los ojos. Sé que ella le habrá insistido para que él se vistiera así.
Con Jack también hicimos una cena familiar, pero menos formal. Mi padre me sonríe y abre la puerta, dejándonos paso a mi y a mi madre. Bajo el escalon que hay en la entrada y espero a que bajen mis padres. Ellos están sonrientes, parece que le han gustado que esté con Justin.
Sea cual sea el motivo, lo prefiero así a lo contrario.
Cuando me voy a dar cuenta ya estamos en la puerta, suspiro en silencio, los nervios me están empezando a comer la cabeza y eso no es bueno.
Llamo a la puerta, giro la cabeza a mi madre, luego miro a mi padre y un "¡Ya voy!" de dentro me hace volver a girar la mirada al frente, es una voz de mujer. Su madre.
5 Segundos exactamente tarda en abrir, saludo a Pattie con dos besos, ella me deja paso. Dos pequeños ya están sentados en la mesa, un hombre alto, su pinta parece de ser una persona importante, también se ve simpático me mira con sus labios curvados, me imagino que será su padre. Me acerco y le doy otros dos besos. Seguido busco a Justin con la mirada pero no hay rastro de él.
-Así que...-Me examina el hombre con la mirada.-Tu eres Emma.
-Sí.-Contesto sonriente.
-Mi hijo tiene buen gusto. Encantado, soy Jeremy.
-Igualmente.-Nos damos la mano.
-¡Justin, tu novia ha llegado!
Me sonrojo, el corazón se me para. Ay Dios, en qué me he metido. ¿Una cena con la familia? ¿A quien se le ocurre aceptar? A mi, obvio. Unos pasos bajando las escaleras, me mordí el labio.
Pude visualizar por fin a Justin, madre de Dios, este chico devería de ser ilegal. Perfectamente acojuntado y perfectamente perfecto.
Se acercó a su padre para darle dos palmaditas en la espalda, luego se acercó a mi que estaba enfrente de este, agarró mis manos entre las suyas y posó sus dulces labios en mi mejilla, haciendo que sonriera al igual que su padre. Y por lo que veo... Todos los presentes.
-Estas preciosa.
-Tú también estas muy guapo.
Justin mira a mi padre, luego a mi madre y otra vez a mi padre. Como si les estuviera pidiendo permiso para besarme en los labios.
Aun así no lo hace.
Se acerca a mis padres y los saluda. Los nervios van aflojando. Nunca pensé verme en esta situación, digo, con Justin. Pero quien lo iba a decir, el chico mujeriego, egocéntrico, caprichoso, irritante y popular del instituto, formalizándose con su novia ante sus padres y los suyos propios.
Si es que a esto se le puede llamar formalizar, al fin y al cabo, es una simple cena. Mi madre y Pattie son amigas, Jeremy y mi padre estudiaron juntos. Podrían haber echo esta cena aun que Justin y yo no estemos saliendo.
¡Vuelve a la Tierra Emma! Cuando me voy a dar cuenta mi padre y el de Justin están hablando amistosamente, los dos pequeños que estaban sentados en la mesa siguen en el mismo sitio, pero estos me miran timidamente.
-Jazzy y Jaxon.-Me señala Justin a la vez que dice sus nombres.
Me saludan con las manos y yo les hago el mismo gesto cariñoso.
-Oh, no estéis de pie, sentaros.-Dice su madre.
Nos sentamos en una gran mesa, mis padres enfrente y Justin a mi lado. Hay en esta un banquete en vez de una simple comida. Pollo, pescado y sopa.
Empiezo a comer la sopa, la cual nos la comemos en silencio y algo tensos. La acabamos rápidamente y mientras nos servimos nuestros siguiente plato, Jeremy decide romper el hielo.
-Buena Emma, cuentame algo de ti. ¿Qué quieres estudiar?
-Oh bueno, aun no lo tengo claro. Pero me gusta la fotografía, la música y cosas así. También los niños.-Este sonríe a mi respuesta.
Después de comer una porción de pollo, miro a Justin y este a mi. Le sonrío.
-¿Estás bien?.-Me susurra. Asiento con la cabeza y toma un expresión de alivio.
Un móvil suena, y no es el mío. Tampoco el de mis padres. Un iPhone esta justo a mi derecha. Lo miro curiosa, es el de Justin. Hago el amago de pasarselo pero me quedo mirando la pantalla fijamente. "Lotte te esta llamando. Aceptar. Ignorar." Pero que diablos.
No se lo paso, en cambio le enseño la pantalla y le elevo una ceja, ¿Qué hacía Lotte llamándole? Abre los ojos al ver el nombre en la pantalla. La llamada se corta.
Me arrebata el móvil y se levanta.
-Con permiso.-Digo retirando la silla y haciendo su mismo gesto.
Lo sigo hasta la cocina, Justin esta escribiendo un mensaje que al escuchar mis pasos envía inmediatamente.
-¿Se puede saber que haces?
-¿Cómo que qué hago?
-¿Qué hacía Lotte llamándote?
-No lo sé, eso es lo que quiero aclarar.
-¿Aclarar? Por favor Justin. Esta más que claro que me has estado mintiendo este puto mes.
-¿Qué ¿A que viene eso ahora?
-¡Es de cajón! ¿Para que te va a llamar la put...-Me callé.-¿Para que iba a llamar la chica más popular del instituto al chico más popular del instituto, los cuales tuvieron un rollo?
-¡No lo sé joder! Hacía mucho que no me llamaba. Antes de que empezáramos a salir, le deje las cosas claras.
-Ya lo veo.
-¡Joder Emma! ¡Deja ya los celos!
-¿Qué dejes los celos? ¿Te gustaría a ti que en plena cena familiar en mi casa, con mis padres y los tuyos, me llamara Jack?
-¡Claro que no!
-¡Pues a mi tampoco me hace gracia que te llame esa!
-¡Eso es diferente! Jack fue tu novio formal... De mucho tiempo. Con Lotte solo fue un rollo. ¡Recuerda que yo era el mujeriego del instituto, el que estaba con todas!
-¿Eras o eres?
-¿Pero a que viene esta puta pelea?.-No contesto.-¿Eh?.-Vuelve a preguntar.
Me llevo las manos a la cabeza tirando de mi pelo hacía atrás. Cálmate, te has alterado, te has puesto celosa. No he tenido una pelea "Fuerte" con Justin hasta el día de hoy, siempre hemos tenido pequeños obstáculos, pero hasta ahí. Y todo por mi culpa
Mi voz se va quebrando interiormente, la he cagado, me he pasado, pero ¿Para qué iba a llamarle? Según él le había dejado las cosas claras.
-Justin...
Una voz dulce hace que me relaje un poco, miro hacía la puerta, en la que no visualizo a nadie. En cambio, un poco más abajo una pequeña miro alto tímida, asustada y me invade la nostalgia.
Cuando yo era pequeña me tomaba la vida de otra forma, más alegre por llamarlo así. Con su edad también me asustaba de las peleas de mayores, pero prefería no meterme. Simplemente por miedo.
-¿Qué pasa, princesa?
Esta se acerco inmediatamente a Justin y él la cogió casi en vuelo.
-Escuche gritos...
-Bueno, tu cuñada tiene un torrente alto.
Reímos los tres a la vez, sí, incluyéndome a mi.
-Tu hermano me hace que suba el torrente, lo siento.-Digo aun con una pequeña risa al final.
-Ay Justin Justin... Eres un caso perdido.-Le dijo graciosa.
-Venga.-La baja de sus brazos.-Ve con Jaxon, no dejes a tu pobre hermano solo.
Y así hizo, con sus pequeños pasos y un gracioso movimiento de caderas salió de la cocina.
Suspire hondo, los dos optamos por no decir nada durante unos segundos.
Salí de la cocina y Justin me siguió, aun sin decir nada. La mesa estaba recogida y todos sentados en el sofá, volví a suspira para aliviar tensiones, pero no me funcionó.
-Chicos, ¿Todo bien?.-Preguntó Pattie.
Yo simplemente asentí, mire a Justin que este estaba en su mundo, con la cabeza bajada, pero pudo percibir todas las miradas en él. Rápidamente subió la cabeza e intento sonreír.
-Sí.-Respondió por fin.
NARRA JUSTIN
Me acerco a ella y le pongo la mano en el hombro, dándole a entender que pasará y se sentara, ella lo entendió. Le deje paso y seguido me senté a su lado.
No me gusta esta situación, Lotte hacía mucho tiempo que no me llamaba y ahora, precisamente ahora lo tiene que hacer. Maldición.
Los minutos pasaban como siglos. Media hora. Una hora justa sin dirigirnos la palabra. Esto ya sobrepasa mis límites, la miro de reojo, sigue con la cabeza baja como hace rato.
-Perdonad.-Interrumpí la conversación.-Vamos afuera.
La mire, y por sorpresa no negó mi propuesta. Fuimos hasta la puerta de entrada y dejé que ella pasara primero, luego salí yo cerrando esta detrás.
-Oye...-Hice una pausa.-Yo...-Otra pausa.-Losiento, ¿Vale?.-Dije por fin.
Me miraba, sus ojos verdes me tenían hipnotizado, los miraba fijamente como si de un tesoro se tratase.
Carcajeó a mi cara y negó con la cabeza, yo imité su primer gesto.
-Eres preciosa cuando sonríes.
-Eso suena como si estuvieras intentando conquistarme de nuevo.
-Oh, eso significa que ya lo hice una vez.-Di un paso hacía adelante.
-No estoy con los chicos solo por diversión.-¡Zas! En toda la cara Bieber.
-Ni yo contigo por nada. Sabes, lo sien...
-Justin.-Me cortó.-Esta bien, ¿Vale? Me he alterado yo también. Lo siento yo.
Me acerqué un poco más.
-¿Sabes algo?
-¿Sí?
-No te puedo jurar una historia fácil, ni un final feliz. Pero sí te puedo prometer algo. Te prometo que superare los obstáculos contigo, que intentare hacer que esta historia sea mucho mejor que la de Hache y Babi y que ni se acerque al final de Romeo y Julieta. Tampoco te prometo que de buen resultado.-Reí.-Pero sí que lo intentare, y también, que lo intentaré contigo.
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