lunes, 27 de mayo de 2013

To the limit {28}

-Es la que estaba con Jack el día que lo encontré besándose con otra.

Los ojos de Brit se abrieron como platos, yo en cambio, estaba paralizada en el suelo. La chica se giro haciendo que su larga melena negra golpeara el viento, ella estaba en el mismo estado que yo, sus ojos azules estaban oscuros y la sonrisa que formulaba con sus labios rojos se desvaneció.

-¡Sophia!.-La llamaron por detrás. Esta ni se inmutó.

Giré mi vista hasta el individuo que había pronunciado su nombre, mi corazón se encogió. El cabrón de mi ex.

-Emm...-No dejé que acabará la frase, fui a girarme pero rápidamente me agarró por el codo, maldecí el momento en el que decidí venir aquí a pasear.
-Quitas tus putas manos de ella Jack, no te la mereces, y ella ya no te necesita.-Me defendió mi amiga, ¿He dicho ya que la quiero?.-Vete con la otra, esa seguro que sí esta a tu altura.

Y seguido nos fuimos, odio encontrarme con él pero joder, vivimos en el mismo sitio y es inevitable.

-Tranquila.-Me consuela Brit pasando su mano por mi hombro, le sonrío.

                              UNAS HORAS DESPUÉS

Ya en mi casa recién duchada, me dispongo a buscar qué ponerme, abro el armario, ¿Jeans? No. Mejor unos shorts, saco unos de color vaquero y lo dejo sobre la cama, lo observo y vuelvo a mi armario. Rebusco entre las perchas separando las prendas unas de otras.

Me decido por una blanca con cuello imitando a el de una camisa formal, es de una tela parecida a la seda, tienes botones desde el comienzo hasta del fin y es un poco larga.

Coloco la parte superior, tirando la otra encima de mi cama, seguido, me coloco los pantalones metiendo la camiseta por dentro, pero no lo suficiente, dejándola bofa.

Pongo en mis diminutos pies unos tacones negros, no muy altos que ya me había puesto otras veces. Entro al baño y retoco un poco mi cara, lápiz de ojos, rimmel y coloretes. Lista.

Por último peino mi cabello para luego recogerlo en una cola alta, en esta hay ondulaciones. Dejo caer algunos mechones por mi cara, estiro mi mano hasta coger de una pequeña estantería mi peculiar colonia, echo un poco en mis muñecas y luego en mi cuello. Me doy la última mirada en el espejo, que acompaño de un suspiro.

-¡Emm! ¿¡Ya estas lista cariño¡?.-Dice mi madre a través de la puerta, me acerco a esta y la abro.

Mi madre lleva unos jeans blancos, en sus pies unos tacones bajos verdes botella, que hace juego con su camisa ancha del mismo color, pero esta tiene algunas flores blancas, al igual que su pantalón. Perfectamente acojuntada.

-Que guapa cariño.
-Tú también lo estás mamá.-Le sonrío.

Bajamos las dos al mismo tiempo donde mi padre nos espera en la puerta, también muy acojuntado, miro a mi madre y le ruedo los ojos. Sé que ella le habrá insistido para que él se vistiera así.

Con Jack también hicimos una cena familiar, pero menos formal. Mi padre me sonríe y abre la puerta, dejándonos paso a mi y a mi madre. Bajo el escalon que hay en la entrada y espero a que bajen mis padres. Ellos están sonrientes, parece que le han gustado que esté con Justin.

Sea cual sea el motivo, lo prefiero así a lo contrario.

Cuando me voy a dar cuenta ya estamos en la puerta, suspiro en silencio, los nervios me están empezando a comer la cabeza y eso no es bueno. 

Llamo a la puerta, giro la cabeza a mi madre, luego miro a mi padre y un "¡Ya voy!" de dentro me hace volver a girar la mirada al frente, es una voz de mujer. Su madre.

5 Segundos exactamente tarda en abrir, saludo a Pattie con dos besos, ella me deja paso. Dos pequeños ya están sentados en la mesa, un hombre alto, su pinta parece de ser una persona importante, también se ve simpático me mira con sus labios curvados, me imagino que será su padre. Me acerco y le doy otros dos besos. Seguido busco a Justin con la mirada pero no hay rastro de él.

-Así que...-Me examina el hombre con la mirada.-Tu eres Emma.
-Sí.-Contesto sonriente.
-Mi hijo tiene buen gusto. Encantado, soy Jeremy.
-Igualmente.-Nos damos la mano.
-¡Justin, tu novia ha llegado!

Me sonrojo, el corazón se me para. Ay Dios, en qué me he metido. ¿Una cena con la familia? ¿A quien se le ocurre aceptar? A mi, obvio. Unos pasos bajando las escaleras, me mordí el labio.

Pude visualizar por fin a Justin, madre de Dios, este chico devería de ser ilegal. Perfectamente acojuntado y perfectamente perfecto.

Se acercó a su padre para darle dos palmaditas en la espalda, luego se acercó a mi que estaba enfrente de este, agarró mis manos entre las suyas y posó sus dulces labios en mi mejilla, haciendo que sonriera al igual que su padre. Y por lo que veo... Todos los presentes. 

-Estas preciosa.
-Tú también estas muy guapo.

Justin mira a mi padre, luego a mi madre y otra vez a mi padre. Como si les estuviera pidiendo permiso para besarme en los labios.

Aun así no lo hace.

Se acerca a mis padres y los saluda. Los nervios van aflojando. Nunca pensé verme en esta situación, digo, con Justin. Pero quien lo iba a decir, el chico mujeriego, egocéntrico, caprichoso, irritante y popular del instituto, formalizándose con su novia ante sus padres y los suyos propios.

Si es que a esto se le puede llamar formalizar, al fin y al cabo, es una simple cena. Mi madre y Pattie son amigas, Jeremy y mi padre estudiaron juntos. Podrían haber echo esta cena aun que Justin y yo no estemos saliendo.

¡Vuelve a la Tierra Emma! Cuando me voy a dar cuenta mi padre y el de Justin están hablando amistosamente, los dos pequeños que estaban sentados en la mesa siguen en el mismo sitio, pero estos me miran timidamente.

-Jazzy y Jaxon.-Me señala Justin a la vez que dice sus nombres.

Me saludan con las manos y yo les hago el mismo gesto cariñoso.

-Oh, no estéis de pie, sentaros.-Dice su madre.

Nos sentamos en una gran mesa, mis padres enfrente y Justin a mi lado. Hay en esta un banquete en vez de una simple comida. Pollo, pescado y sopa.

Empiezo a comer la sopa, la cual nos la comemos en silencio y algo tensos. La acabamos rápidamente y mientras nos servimos nuestros siguiente plato, Jeremy decide romper el hielo.

-Buena Emma, cuentame algo de ti. ¿Qué quieres estudiar?
-Oh bueno, aun no lo tengo claro. Pero me gusta la fotografía, la música y cosas así. También los niños.-Este sonríe a mi respuesta.

Después de comer una porción de pollo, miro a Justin y este a mi. Le sonrío.

-¿Estás bien?.-Me susurra. Asiento con la cabeza y toma un expresión de alivio.

Un móvil suena, y no es el mío. Tampoco el de mis padres. Un iPhone esta justo a mi derecha. Lo miro curiosa, es el de Justin. Hago el amago de pasarselo pero me quedo mirando la pantalla fijamente. "Lotte te esta llamando. Aceptar. Ignorar." Pero que diablos.

No se lo paso, en cambio le enseño la pantalla y le elevo una ceja, ¿Qué hacía Lotte llamándole? Abre los ojos al ver el nombre en la pantalla. La llamada se corta.

Me arrebata el móvil y se levanta.

-Con permiso.-Digo retirando la silla y haciendo su mismo gesto.

Lo sigo hasta la cocina, Justin esta escribiendo un mensaje que al escuchar mis pasos envía inmediatamente.

-¿Se puede saber que haces?
-¿Cómo que qué hago?
-¿Qué hacía Lotte llamándote?
-No lo sé, eso es lo que quiero aclarar.
-¿Aclarar? Por favor Justin. Esta más que claro que me has estado mintiendo este puto mes.
-¿Qué ¿A que viene eso ahora?
-¡Es de cajón! ¿Para que te va a llamar la put...-Me callé.-¿Para que iba a llamar la chica más popular del instituto al chico más popular del instituto, los cuales tuvieron un rollo?
-¡No lo sé joder! Hacía mucho que no me llamaba. Antes de que empezáramos a salir, le deje las cosas claras.
-Ya lo veo.
-¡Joder Emma! ¡Deja ya los celos!
-¿Qué dejes los celos? ¿Te gustaría a ti que en plena cena familiar en mi casa, con mis padres y los tuyos, me llamara Jack?
-¡Claro que no!
-¡Pues a mi tampoco me hace gracia que te llame esa!
-¡Eso es diferente! Jack fue tu novio formal... De mucho tiempo. Con Lotte solo fue un rollo. ¡Recuerda que yo era el mujeriego del instituto, el que estaba con todas!
-¿Eras o eres?
-¿Pero a que viene esta puta pelea?.-No contesto.-¿Eh?.-Vuelve a preguntar.

Me llevo las manos a la cabeza tirando de mi pelo hacía atrás. Cálmate, te has alterado, te has puesto celosa. No he tenido una pelea "Fuerte" con Justin hasta el día de hoy, siempre hemos tenido pequeños obstáculos, pero hasta ahí. Y todo por mi culpa

Mi voz se va quebrando interiormente, la he cagado, me he pasado, pero ¿Para qué iba a llamarle? Según él le había dejado las cosas claras.

-Justin...

Una voz dulce hace que me relaje un poco, miro hacía la puerta, en la que no visualizo a nadie. En cambio, un poco más abajo una pequeña miro alto tímida, asustada y me invade la nostalgia.

Cuando yo era pequeña me tomaba la vida de otra forma, más alegre por llamarlo así. Con su edad también me asustaba de las peleas de mayores, pero prefería no meterme. Simplemente por miedo.

-¿Qué pasa, princesa?


Esta se acerco inmediatamente a Justin y él la cogió casi en vuelo.

-Escuche gritos...
-Bueno, tu cuñada tiene un torrente alto.

Reímos los tres a la vez, sí, incluyéndome a mi.

-Tu hermano me hace que suba el torrente, lo siento.-Digo aun con una pequeña risa al final.
-Ay Justin Justin... Eres un caso perdido.-Le dijo graciosa.
-Venga.-La baja de sus brazos.-Ve con Jaxon, no dejes a tu pobre hermano solo.

Y así hizo, con sus pequeños pasos y un gracioso movimiento de caderas salió de la cocina.

Suspire hondo, los dos optamos por no decir nada durante unos segundos. 

Salí de la cocina y Justin me siguió, aun sin decir nada. La mesa estaba recogida y todos sentados en el sofá, volví a suspira para aliviar tensiones, pero no me funcionó.

-Chicos, ¿Todo bien?.-Preguntó Pattie.

Yo simplemente asentí, mire a Justin que este estaba en su mundo, con la cabeza bajada, pero pudo percibir todas las miradas en él. Rápidamente subió la cabeza e intento sonreír.

-Sí.-Respondió por fin.

                                         NARRA JUSTIN

Me acerco a ella y le pongo la mano en el hombro, dándole a entender que pasará y se sentara, ella lo entendió. Le deje paso y seguido me senté a su lado.

No me gusta esta situación, Lotte hacía mucho tiempo que no me llamaba y ahora, precisamente ahora lo tiene que hacer. Maldición.

Los minutos pasaban como siglos. Media hora. Una hora justa sin dirigirnos la palabra. Esto ya sobrepasa mis límites, la miro de reojo, sigue con la cabeza baja como hace rato.

-Perdonad.-Interrumpí la conversación.-Vamos afuera.

La mire, y por sorpresa no negó mi propuesta. Fuimos hasta la puerta de entrada y dejé que ella pasara primero, luego salí yo cerrando esta detrás.

-Oye...-Hice una pausa.-Yo...-Otra pausa.-Losiento, ¿Vale?.-Dije por fin.

Me miraba, sus ojos verdes me tenían hipnotizado, los miraba fijamente como si de un tesoro se tratase.

Carcajeó a mi cara y negó con la cabeza, yo imité su primer gesto.

-Eres preciosa cuando sonríes.
-Eso suena como si estuvieras intentando conquistarme de nuevo.
-Oh, eso significa que ya lo hice una vez.-Di un paso hacía adelante.
-No estoy con los chicos solo por diversión.-¡Zas! En toda la cara Bieber.
-Ni yo contigo por nada. Sabes, lo sien...
-Justin.-Me cortó.-Esta bien, ¿Vale? Me he alterado yo también. Lo siento yo.

Me acerqué un poco más.

-¿Sabes algo?
-¿Sí?
-No te puedo jurar una historia fácil, ni un final feliz. Pero sí te puedo prometer algo. Te prometo que superare los obstáculos contigo, que intentare hacer que esta historia sea mucho mejor que la de Hache y Babi y que ni se acerque al final de Romeo y Julieta. Tampoco te prometo que de buen resultado.-Reí.-Pero sí que lo intentare, y también, que lo intentaré contigo.

domingo, 5 de mayo de 2013

To the limit {27}

                                       UN MES DESPUES

Ha pasado un mes, un mes menos de verano. Justin y yo cada vez estamos mejor, de vez en cuando tenemos algún que otro problema pero nada que no se arregle.

Por otra parte, Chaz y Aly siguen felices, y ahora Brit y Ryan también, ellos se entendían desde un primer momento. Christian y Marie también están juntos, gracias a Justin que le animó a que se lanzara. Solo faltan Kate y Logan, pero ellos son más cortados.

-Justin...
-Hm...
-Me haces cosquillas.
-Pero si te encanta que bese en el cuello.
-Idiota.
-Te quiero.
-Yo también te quiero y quiero estar contigo, pero les dije a mis padres que estaría para la comida.-El soltó un gruñido como respuesta, se separo poco a poco.
-Nena, ya ha pasado un mes, el verano se hace cada vez más corto y quiero pasarlo el mayor tiempo contigo.
-Justin... Solo voy a comer, no puedo dejar a mis padres plantados.-Suspiró vencido.-Además, tu madre no tardará en venir y recuerda, que no sabe nada.
-Esta bien.-Sonreí a su respuesta.

Bajamos las escaleras, yo delante. Una vez en la puerta deposita un corto beso en mis labios y seguido, salgo de su casa.

No tardo ni dos minutos en entrar a la mía, mi madre esta poniendo la mesa, inspiro el olor, pollo. Mis labios se humedecen gracias a mi lengua, la boca se me hace agua.

-Oh, Emma. Siéntate a comer.

Obedezco como buena hija y me siento, inmediatamente mi madre posa un plato antes mi ojos, mientras que yo, vierto un poco de refresco en un vaso.

La comida dura una media hora y poco más, gracias a nuestra pequeña charla familiar. Mi padre cuenta como le ha ido en el trabajo, mi madre que cuando ha ido a hacer la compra, se ha encontrado con una amiga, y yo, bueno, escucho.

-Emma cariño, que callada estás.-Dice mi madre.
-Bueno, no sé que contar.
-¿Vas a salir?.-Pregunta mi padre.
-Acabo de venir de la calle, papá.
-Me refiero, después.
-Seguramente.
-Oh claro, Justin no puede estar tanto tiempo sin verte, ¿No?.-Mis mejillas se pusieron al rojo vivo.

Mi madre se limito a reír por lo bajo, sabiendo que era verdad.

-¿Cuándo nos lo vas a decir?
-¿Decir el qué?.-Pregunté incrédula.
 -Que estas con...-Mi móvil sonó. Salvada.
-Oh, ya vengo.-Me levante con una amplia sonrisa.

Me senté en el sofá y encendí la pantalla. Un mensaje de Justin.

-¡Nena!
-¿Pasa algo?
-¿Te acuerdas el percance que tuvieron mi padres y mis hermanos, que no pudieron venir?
-Claro, en Atlanta había problemas con los vuelos. *Carita triste*
-No pongas esa cara bebé, están en camino.
-¿Qué?
-Lo que escuchas, me acaba de llamar mi padre.
-¡Justin! ¡Esa es una gran noticia!
-Sí. Mi madre y yo iremos a buscarles al Aeropuerto, te llamaré cuando esté en casa.
-Pero no puedo presentarme de la nada.
-Le conté todo a mi madre, pensé que era el momento.-Oh Dios.
-Que vergüenza.
-No tienes que tenerla cariño, lo ha tomado muy bien.
- *Carita sonriente*
-Me voy, después te llamo. Te amo.
-Yo también te amo.

Repasé por última vez las últimas dos frases antes de apagar el móvil. Entonces, si su madre ya sabía lo nuestro, es justo que mis padres también lo sepan.

Volví al salón con mi movimiento de caderas, mis padres aun estaba en el mismo sitio donde los dejé. Suspiré antes de que un manojo de nervios recorriera desde mis pies a mi cabeza.

-Bueno papá, sí.-Decidí poner las cosas lo más fácil posible, y contesté la pregunta que mi padre me hizo antes de irme.
-¿Sí qué?
-A la pregunta que me hiciste antes, sí.
-¿Ves cariño?.-Refiriéndose a mi madre.-Te dije que estaba saliendo con Justin.


De nuevo me empezaron a arder las mejillas, ante mi acto, mi madre rodó los ojos y se acerco a mi, abrazándome.

-Me alegro que estés feliz de nuevo, y no aferrada en una depresión por Jack.
-Eso es pasado, mamá.-Ella sonrió.
-Oh, me encanta escucharte hablar así.

Después de casi otra media hora de charlas con mis padres, de interrogatorios y cosas por estilo, mi móvil volvió a sonar, pero esta vez con tono de llamada.

-¿Sí?
-Cielo, tengo una buena noticia. Con motivo de que mi padre y mis hermanos han vuelto, mi madre va a hacer una cena. Obviamente como mi novia que eres, tu y tus padres estáis invitado.
-¿Estas loco? Es una cena familiar, no podemos presentarnos mi familia y yo.
-Tú eres mi novia, y tus padres, bueno, mis suegros.-Dijo divertido.-También sois de la familia, además, la idea fue de mi padre y mi madre no dudo en aceptar.
-Justin, pero...
-Mira los lados positivos, llevamos un mes juntos, te dije que contigo quiero las cosas serias.
-¿Justin Bieber? ¿Las cosas serías?
-Solo contigo, además, podremos pasar más tiempo juntos.
-Eso es tentador.
-Lo sé.-Ríe divertido.
-Se lo diré a mis padres.
-Te veo a las nueve.-No lo vi, pero lo puedo sentir guiñando uno de sus ojos.

El fastidioso ruido al colgar retumbó en mis oídos. Mire a mi alrededor, estaba sola en la mesa. Se escuchaba el sonido del grifo que sonaba más fuerte a ratos y me supuse, que mi madre estaba lavando los platos.

Retire la silla y me levante de ella con soltura, una vez en la cocina mis supersticiones eran ciertas, mi madre enjabonaba y aclaraba los platos mientras que mi padre los colocabas.

-Mamá, papá. Justin y su familia nos ha invitado a cenar.
-Que pronto este chico, ya mismo te pide matrimonio.
-¡Mamá!
-Vale vale, era una broma.-Contestó mientras seguía con lo suyo.
-Su padre y sus hermanos han vuelto de Atlanta.
-Oh, ¿Jeremy ya volvió?.-Dijo mi padre.
-¿Lo conoces? Digo... ¿Os conocéis?
-Sí, bueno, estudiamos juntos.-Mis ojos se abrieron como platos.
-Esto va a ser divertido.-Dije irónica.
-Seguro.
-Es a las nueve.

Seguido de decir eso, el timbre de la puerta sonó, frunciendo las cejas me acerqué a esta y abrí.

-¡Brit!
-¡Hola!
-¡Brit! ¿Cómo te va con Ryan?.-Preguntó mi madre, secándose las manos en una balleta para luego, quitar su delantar.
-Muy, gracias.-Le sonrío mi querida amiga.

Le hice un gesto para que pasara que ella pilló enseguida. La agarré de las manos llevándola a toda prisa hasta el sofá, haciendo que se sentara.

-Esta noche cena familiar.
-¿Qué?.-Dice incrédula.
-Lo que escuchas. Los padres de Justin, los míos, sus hermanos, él y yo.
-¡No me jodas! ¿Tus padres ya lo saben?
-Bueno, no lo tenía planeado pero según Justin, el quiere las cosas serias y bueno, sus padres lo saben. Es justo que los míos también.
-Cielo, pero lleváis un mes, ¿No es mejor esperar un poco?
-Sé que no es gran cosa, pero este mes ha sido como si lleváramos mucho más tiempo.-Creí que el suspiro que soltó a continuación iba a ser su única respuesta, pero me equivoque.
-Emma, eres como mi hermana, te quiero, y lo único que quiero es que no pase como con Jack.
-Brit... Sé que Justin es diferente.
-Y yo.
-Entonces no tienes nada de que preocuparte.
-Solo te cuido.
-Te quiero.-Y seguido, la abracé.

Hubo unos minutos agradables de silencio, hasta que decidí romper el hielo.

-¿Y como te va con Ryan?.-Ella suspiró.
-Por suerte, bien.
-Me alegro.
-¿Quieres que vayamos a algún sitio? Hace mucho que no pasamos una tarde juntas, ya sabes.

Y pensándolo bien, es verdad. Hace unas semanas que no pasamos tiempo juntas y eso raro en nosotras, ya que nunca perdemos el contacto. Porque tengamos pareja no es motivo para distanciarnos.

Asentí, nos dirigimos hacía la puerta, le di paso a ella primero y luego, yo salí detrás de ella.

                                         NARRA JUSTIN

-¡Justin, Justin!
-¿Qué pasa princesa?.-Le contesté a mi hermana acercándome a ella.
-¡Mira!.-Me señalo una pequeña maleta llena de muñecas.
-¡Vaya! Tienes más que la última vez.
-Sí.-Sonrió tiernamente.

El reencuentro había sido conmovedor, mi madre y yo no tuvimos que esperar mucho, unos 5 minutos a que mi padre bajara del avión con los pequeños. rápidamente me lancé a mi padre y luego a mis hermanos, no puedo negar que la emoción hundió los ojos de mi madre, mientras que a mí, los nervios.

Mi hermano estaba en los brazos de mi padre, mientras este conversaba con mi madre. Me acerqué a ellos con las manos guardadas en los bolsillos de mis jeans, con los pulgares al descubierto.

-Hey.-Me apoyé en la encimera.
-Entonces Justin.-Mi padre hizo una pausa.-Tu novia es nuestra vecina, quien lo iba a decir.
-Dímelo a mi.
-Estoy deseando conocerla, y a su familia.
-Y yo que lo conozcas.

Mire a mi hermano, este me lanzo una tímida sonrisa, yo le estiré los brazos e inmediatamente el hizo lo mismo, en señal de que lo cogiera. Lo agarré por debajo de los brazos elevándolo al aire, para luego colocarlo, haciendo que quedáramos cara a cara.

-¿Y tu campeón? ¿Me has echado de menos?

Él simplemente asintió a mi pregunta.

-Yo también bro.

                                      NARRA EMMA

Brit y yo estábamos riendo, pero duro poco segundos. Miré al frente sin pensar que iba a ver lo que vi. Me paré en seco.

-¿Emma? ¿Te encuentras bien?.-Al no contestar volvió a formularme la pregunta.-¿Estas bien? Te has puesto algo... Pálida.
-Es ella.
-¿Quién?.-Señale a una morena que estaba hablando por teléfono.-¿Qué pasa con ella?
-Es la que estaba con Jack el día que lo encontré besándose con otra.