domingo, 17 de noviembre de 2013

To the limit {40}

                                         UN MES DESPUÉS

El resto de las vacaciones se pasaron volando. Justin y yo se puede decir que estamos más unidos que nunca, al igual que con las chicas. Ellas están bien con sus respectivas parejas, felices, y eso me alegra. Según Justin los chicos también estan coladitos por ellas, y eso espero. Para despedir el verano, tuvimos un poco de tiempo en familia. Una semana en un pueblo no muy lejos de Stratford, allí vive la hermana de mi madre. Sí, la madre de mi prima la cual tuvo serios problemas. Me dio la buena noticia que cuando menos lo esperemos, estara de vuelta con su novio. Yo la verdad no creo que sea para quedarse, ya que le causa malos recuerdos. Por otra parte, me he negado a ser la capitana de las animadoras. Lo siento por Justin, pero no quiero volverme una plástica de esas. Y si alguna se le acerca, ya me encargaré de eso. Ah, por cierto. Son las 7 de la mañana. Sí, es lo que pensais, el instituto ha empezado y no es nada agradable. Se puede decir que este es el segundo día, aun que ayer solo estuvimos 2 horas en salón de actos, para darnos los horarios, decir las clases y cuatro chorradas más.

La mayoria de las clases son con las chicas, la aula de Justin y los chicos esta justo enfrente de la nuestra así que será divertido. Casi todos los profesores me han dando ya clases, menos la nueva de Ciencias y mi tutor, Kevin. Para ser sincera la priemera vez que escuché su nombre me lo imaginaba de una forma totalmente diferente. Bajito, con bigote, medio calvo... Pero no, tiene que tener unos 25 años. Alto, ojos marrones y pelo del mismo tono, y parece que va al gimnasio. Se deja algo de barba para parecer más interesante, aun que yo solo lo veo como lo que es. Mi profesor. La mojabragas de mi clase no piensan lo mismo, ellas ya le han mandado algunas inderectas tipo: "Encanta de que nos des clase." O cosas parecidas, por supuesto, él es indiferente.

-¡Emma! ¡Qué se te hace tarde tu primer día!

¡Mierda! Mi madre tiene razón. Termino de ajustarme bien los jeans oscuros y una camiseta blanca se siza ancha, que deja ver por los lados un top del mismo color que el pantalón, y esta se puede leer es escrito: "Forever Young". No pude resistirme comprarla cuando la vi en una de las pequeñas tiendas en el pueblo. Até los cordónes de mis Vans negras, una fina negra en el ojo, rimmel y coloretes. Colonia y por último, el pelo suelto y ondulado.

Me cuelgo la mochila en un solo hombro y bajo las escaleras saltándome algunos escalones. Mi madre como siempre, salvandome la vida. Me tomo un vasito de leche que me ha preparado ella misma con Cola-Cao en tres sorbos y después de una despedida más larga de lo que me imaginaba vuelo por la puerta de mi casa. Justin esta esperandome justo en frente de mi casa y el autobus acaba de llegar.

-¡Corre, que si no tendremos que ir a pie!

Lo miro con cara de fastidio y subimos a autobus. Donde un hombre con bigote grueso nos saluda con un amable gesto y yo, le respondo con lo mismo. Miro de un lado para otro y me siento en uno de dos asientos libres. Yo al lado de la ventana y Justin en el otro sitio libre. Mi respiración está agitada, correr a estas horas... Tiene consecuencias.

-Estas preciosa. 
-No te voy a dar un beso. 
-¿Ah, no? 
-No. 
-¿Segura? 
-Segu... 

Y fallo. Porque no me deja acabar la palabra, aprovecha que tengo mis labios entreabiertos y los captura. No me resisto, pongo mi mano derecha en su mejilla izquierda, solo unos segundos. No es plan de hacer el numerito aquí.

-Ya tonto.

Nos hemos ganado las miradas de todos, ¿Qué es raro? ¿Dos parejas besandose o que Justin Bieber tenga novia? Diria que es la segunda obción. Miro a mi alrededor por si veo a alguien conocido. Sí, todo son caras conocidas, pero de vista. Menos una chica, de pelo negro, ojos marrones y muy buen cuerpo, con gafas. Pero es una de las pocas personas que le sientan bien. Esta sentada la primera escuchando música con los oriculares, junto a otra chica que habla por el móvil como si estuviera en su casa. En la misma fila, pero justo al final, un chico de pelo castaño oscuro, casi negro. Con ojos claros y por lo que veo, sonrisa bonita. Esta también escuchándole música y sonriéndole a móvil. Paro de mirar a mi alrededor y miro a Justin, que mira descaradamente a la de la primera fila. Se percata de que lo estoy observando. Se gira. Me mira. Le elevo una ceja y luego, le giro la cara para poner atención al paisaje. Noto las yemas de sus dedos rozar mi muslo. No señor, necesita un escarmiento, ¡Qué esta su novia delante! Le quito la mano y suelta una risa por lo bajo.

-¿Te has enfadado?.-No contesto.-Ay nena nena, eres una celosilla.

Empezamos bien el curso.

No hablamos el resto del camino. Por fin paró el condenado trasto. Me levanto rozando las rodillas de Justin y vuelve a reir como minutos antes. Aligera el paso y se puso a mi altura. Hemos llegado a tiempo, por fin. Pude escuchar de la voz de Justin otro "¿Sigues enfadada?" Antes de que él me cortara el paso. Cerré los ojos un segundo y clavé mis pupilas en las suyas.

-Solo tengo ojos para ti, ¿Vale? La estaba mirando porque no me sonaba de haberla visto antes, nada más. Yo te quiero a ti, tú eres mi novia, mi chica, que no se te olvide.

Lo abrazo. Lo perdono. Joder, es que cuando me habla así, me mira así... No puedo negarme. Y no quiero darle más vueltas al asunto. Entramos por las puertas de aquel sitio y después de un par de saludos de él a conocidos, al igual que yo a gente que no había visto en todo el verano. Suena el timbre. Primera clase. 

Me sé el instituto de memoria, así que no tardo nada en llegar a al aula donde toca Matemáticas. Subo a duros reproches los tres pisos de escaleras. Que suerte tiene Justin, que su primera clase es en la planta baja. Por fin llego al último escalon, giro a la derecha y efectivamente, el aula de Matemáticas. Risas y más risas, más de una y de uno gira la mirada solo al verme entrar, ¿Pero que retraso sufren? Sigo caminando como si nada en busca de algún sitio libre. Veo a Katy que me saluda animada con la mano, sonrio y me siento justo a su lado, en segunda fila.

-¿Y las demás? 
-Ni idea, creo que dan mates en otra clase. 

No me da tiempo a responder, una profesora alta, con un moño bajo y muy delgada, de unos 45-50 años entra con carpetas en sus manos. Nos dió el año pasado dos veces, cuando faltó nuestro profesor.

-Buenos días. Nuevo curso. Nuevas cosas. Como veis hemos divido el grupo de Matemáticas para no perder tanto tiempo con uno y con otros. Ya me conoceis del curso pasado, así que solo me queda decir que la clase sera estable siempre que ustedes querais. ¿Os dieron dado los libros ayer? 
-Sí.-Sale con desgana de la boca de todos. 
-Perfecto, empezemos la clase.

Todos empiezan a sacar los libros y cuadernos, mientras ella pone en la pizarra: "Matemáticas. Tema 1"

                               NARRA JUSTIN

-Y dicho esto, espero que la clase de Ciencias la llevemos lo mejor que podamos. 

La nueva profesora se sienta en su sillón, mirandonos uno por uno mientras pasa lista. Estamos sentados en mesas de tres. Al final del todo estoy yo, con Ryan y Chaz, y delante nuestra Logan, Christian y Nolan, otro amigo nuestro. La profesora nueva es más joven de lo que pensaba, pelo negro, ojos muy oscuros, y cuerpo perfectamente estructurado. Unos 26 años como mucho. Nada mal.

Empezó a apuntar cosas en la pizarra. Ya no me empieza a caer tan bien. Espero que se pasen rápido las clases, esto es un puto infierno.

-Hey bro.-Escucho por parte de Ryan, yo como respuesta lo miro.-¿Cómo fue? 
-¿Cómo fue el que?.-Susurro. 
-Que va a ser, ¿Lo hicisteis? 
-Bieber y Butler, mirando a la pizarra si no quereis una molestación el primer día.-Por primera vez, me alegré de que me regañara un profesor.

Si supieras Ryan... Pero mejor no, prefiero que no lo sepas. Emma... ¿Se le abrá pasado del todo el enfado? Eso espero, ¿Cómo cree que me puedo fijar en otra? Haber, es verdad que la estaba mirando, y no fue a la que ella estaba pensando, precisamente. Pero la cara de esa chica me sonaba mucho, y por mucho que intento recordar no sé de que. Una estupidez, ya que habrá sido de vista.

-¿Lo entiende, Bieber?.-Vuelvo a la realidad. 
-Sí, lo entiendo. 
-Bien. Eso espero. 

Se le escapan alguna que otras risas a los chicos, ganandose la atención de la profesora y una mirada desafiante de ella. Esta vez el que rie soy yo.

                                NARRA EMMA

Salgo a toda pastilla de la clase antes de que acabe de sonar el timbre, Katy hace lo mismo y el resto del grupo sale de la clase de enfrente.

-Que coñazo el de mates.-Dice Marie. 
-¿Nos lo dice, o nos lo cuentas?.-Digo refiriéndome a Katy y a mi.-¿Y Brit? Es la única que hoy no he visto.

La respuesta me la dan a pedir de boca. Se escucha su risa al lejos. Esta subida a caballito en la espalda de Ryan y este no para de hacer tonterias. Detrás viene Justin, gastándose bromas con Chaz y Chris.

-Hola bonita. 
-Hola imbecil.-Eleva una ceja y yo pongo cara de niña pequeña inocente. 

Pone su mano en mi cintura y se acerca a besarme. Me resisto solo a la primera vez. A la segunda ya nos estamos comiendo la boca. Su mano derecha empieza a bajar, suelto un gruñido que espero que interprete como un: "Aquí no", pero no. Sigue bajando y mierda, me ha tirado un pellizco en el trasero. Me separo bruscamente de él, me hago la enfadada mientras él rie. Uno, dos, tres segundos más tardes. Cruzo los brazos e intento parecer más seria que antes

-Venga, ha sido una broma. 

Una bombilla se enciende en mi cabeza. Me acerco haciendo la que lo ha perdonado, me tiro a sus labios con velocidad antes de que algún profesor nos pillen. Y antes de acabar el beso le muerdo el labio inferior, haciendo que cogiera algo de grosor de lo común y que lo tuviera más rojo. 

-Si no estuvieramos en el instituto, te arrepenterias de esto.-Me susurra. 

Y Dios, un escalofríos y un mal pensamiento. Agito mi cabeza, le sonrio y con las misma voy a mi siguiente clase. Física y Química.

Primer piso, genial. Bajar escaleras. Resoplo pero aun así, hago mi deber. Aprovecho el trayecto para sacar el móvil, pero antes de que pueda encenderlo un "Disculpas" a mi espaldas me distrae. La chica del autobús, ¿Esa es la que estaba mirando Justin? Gran duda, no sé si era ella o la de al lado. Ante mi duda, decido hablarle.

-¿Sí? 
-¡Hola! Siento interrumpirte, soy nueva. Alexia.-Me extendí la mano, que con gusto acepté.-¿Dónde esta la clase de Historia?  
-Segundo piso, al fondo. La 114. 
-¡Muchas gracias! 

Y con las mismas, se va.

No sé por qué, pero me da que no es esa. ¿Puede que sea la de alado? ¿La descarada que hablaba por el móvil como si estuviera en su casa? Oh Emma, ¡Basta! No pienses mas. Ahora es mejor que te apresures si no quieres llegar tarde.

Enciendo el móvil y miró los mensajes, a la vez que bajo las escaleras a la velocidad de la luz. Uno de Katy esta mañana: "Tenemos a primera juntas" Vaya, lo he abierto un poco tarde. Otro de Justin: "Buenos días princ... ¡Joder! Me acabo de chocar con algo... Mi móvil por suerte está a salvo. ¿Qué abra sid... Oh, no es algo, es quien. Un chico.

-Losiento losiento.-Dice avergonzado.-Soy nuevo, no sé bien por donde están las clases. 
-Joder, ya podias mirar por donde andas. -Losiento.-Vuelve a decir, ¿Y si me he pasado? 
-No, iba distraida. Lo siento yo.

Es de pelo negro y ojos azules, sonrisa bonita por lo poco que me ha dejado ver. Y sí, tiene pinta de ser nuevo. Vaya, creo que he sido algo dura. Parece que va al mismo curso que yo.

-¿Qué clase buscas? 
-Física y Química. 
-Vaya, pues vamos al mismo sitio. 
-Oh, genial. ¿Me guías? 

Mentiria si digo que me causa confianza. No digo nada y sigo mi paso, pero aun así me sigue, parece que lo ha interpretado como un: "Sí".

-Eres la novia de Justin Bieber, ¿Verdad? 
-¿Cómo lo sabes?.-Me giro sorprendida una vez en la puerta de la clase. ¿No había entrado este año? 
-Estoy informado. Sé que es el más chulo y prepotente del instituto. También el más mujeriego. 
-¿Insinuas que soy una cualquiera? 
-Oh no, por favor. No tienes la pinta. Por cierto, me llamo César. 
-Emma. 
-Lo supuse. 

Genial, este tipo con el que me acabo de chocar es capaz de saber casi toda mi vida. Vuelvo los ojos y entro en la clase. Él me sigue. Yo sin despedirme me siento al final del todo con las chicas. Al parecer, en esta clase estamos todas. Y también... ¿La chica que me había preguntado por la clase de Historia? 

-¡Hey Emma!.-Me senté junto a Brit. Ally con Katy, y Marie con Alexia. Creo que se llamaba así. 
-Mira, ella es... 
-Alexia, ¿Verdad?.-Ella asintió.-Nos acabamos de conocer. Lo que no sé es que haces aquí, si ibas a Historia. 
-Había mirado mal el horario. 
-Es un amor.-Comenta Marie.-Seguro que nos llevaremos bien todas. Es nueva, y no conoce a nadie.

No. Definitivamente no era ella. Entonces tenía que ser la rubia a la que miraba... ¡Ya Emma, ya!

Antes de que llegara el profesor estuvimos dándole confianza a Alexia. Nos ha contado cosas como que es de Atlanta y que se han mudado por el trabajo de su padre, también que le encantan las sagas de vampiros, y poco más. Ya que la voz de el profe nos interrumpia cada dos por tres

[...]

La clase fue lenta y torturosa para todas. El nuevo miraba para nosotras de vez en cuando y eso asustaba. He pensado en decirselo a Justin, pero no. No quiero que se meta en más problemas por tonterias mías. Prefiero dejar las cosas como están.

En el recreo nos fuimos todos juntos, incluida Alexia y Nolan, otro amigo de los chicos. Comimos pizza en el comedor, contamos anécdotas, nos quejamos de los profesores y gastasmos alguna que otra broma. El resto de las horas pasaron rápidas. para mi sorpresa. Justin y yo nos ganábamos las miradas en los cambios de clases gracias a los espectáculos que formamos cuando me niego a darle un beso. Guardo el móvil en el bolsillo delantero de mi jean, y espero con paciencia a Justin afuera del instituto. Que por cierto, ya se está retrasando.

                            NARRA JUSTIN

El resto de las horas fueron aburridas. Gracias a Dios que ya ha tocado el timbre de la útlima. Me cuelgo la mochila y espero el atasco que hay en la puerta. Primer día, y todos deseando de irse.

-Hola Justin.

Una voz femenina sonó en medio de aquel alboroto de gente. Y esa voz juraria que la había escuchado antes. Me giro para mirar a la individua cara a cara.

-¿No te acuerdas a mi? 

Es la chica de autobus. La que me suena su cara, y ahora también su voz. Y me conoce. Vamos Drew, haz memoria. Ese pelo rubio obviamente teñido, esos oscuros... ¡Joder Justin piensa! Su voz... Su voz... 
-Hay Justin Justin... Aun que te eches novia sigues siendo un caso. 

Mierda, no puede ser. 

-Louise... 
-Vaya, veo que no me has olvidado.    

sábado, 16 de noviembre de 2013

To the limit {39}

                                               NARRA JUSTIN

Estabamos a partes iguales. Solo con la parte inferior de la ropa. Mi erección amenazaba con explotar, Dios Justin, te tiene loco. Bajé mis manos desde su espalda hasta su trasero. Aquel gesto hizo que gimiera y que se pusiera desafiante, me gusta. Bajó a mi cuello. Uno, dos, hasta tres besos, luego subió a el óvulo de mi oreja. Tres, cuatro, y cinco besos en este, cada vez esto iba a más y ya los besos se quedaban pequeños.

Volví a besarla, otro de tantos besos mágicos. Empecé a jugar con el elástico de las braguitas del bikini, eso hizo que ella riera a mitad del beso y liverarámos tensiones si había. Dicen las mejores sonrisa se producen en los labios de la persona a la que amas, y quien sabe, puede que así sea.

Ambos hicimos el mismo de gesto de quitarnos la parte inferior mútuamente. Otro beso. Otra sonrisa. Más pasión. La situación se volvía cada vez menos infantil

-Justin. 
-¿Si? 
-¿Sabes cual es la palabra que sobrepasa a la palabra "Querer"? 
-¿Amar? 
-Sí. Pues eso. 
-¿Eso qué? 
-Que eso es lo que me pasa. 
-Sigo sin entenderte. 
-Joder, que creo que contigo ya he sobrepasado la palabra "Querer". 
-Eso quiere decir que... 
-Quiere decir que, aun que te lo diga pocas veces por vergüenza, porque sea una orgullosa, o por mil motivos más, te amo.

¡Pum! ¡Pam! Acaban de estallar mil y un fuegos artificiales en mi puto estómago. ¿Me ama? ¿Me acaba de decir que me ama? ¿Y yo? ¿La amo a ella? "Claro idiota, ¿Si no que crees que son esas cosas raras que se mueven en tu estómago? Oh, Bieber esta enamorado." Me repite mi otro yo. Juro que esto me da miedo y que nunca me había pasado, ¿Y ahora que hago? ¿Suelto mi primer "Te amo" a una chica? Porque sí, sería el primero. Ya que mi hermana pequeña no cuenta, ¿Verdad?

-¿Justin? ¿Estás bien? 
-Sí. 
-¿Pasa algo? 
-Que yo también te amo.

                                  NARRADOR

Otros mil fuegos artificiales dentro de ella.

Vuelve a besarlo. Primero despacio, sin prisas pero sin pausas, solo el toque de los labios, así unos minutos. Luego sube el nivel y lo besa con pasión, diciendole que quiere más y que se vuelve a arriesgar, que con él se arriesgará la veces que haga falta mientras no se separe de ella, que lo quiere y que no lo quiere perder. Tercer beso, muy diferente a los otros, apasionado, pero con fueria. Besa con rencor de pensar en todas las zorras que se le acercaron antes que ella, ¿Quién iba a decir que los besos se iban a usar como desahogos? Justin está perplejo por lo que esta causando Emma en él, la quiere, la quiere mucho. La ama. Ella también, lo quiere, lo adora. No quieren perderse el uno al otro, tienen miedo aun que no se atrevan a decirlo. El amor es como el tiempo, un día esta soleado y al siguiente hay una tormenta. Pero bueno. ¿Quién entiende al corazón?

Se han separado 5 segundos por la falta de aire, producida por el beso de ella. Tienen la respiración entre cortada. Ella mira de un lado a otro en busca de protección, hoy no le apetecen tener mini Justin's y mini Emma's.

Justin estira la mano y agarra un plastiquito idéntico a el que usaron hace dos días, en la primera vez de ella. Emma traga saliva, se pone nerviosa aun que quiere hacerlo. Justin la mira en busca de una respuesta y ella se rie y asiente. Él por fin abre el plastiquito y saca de ahí el condón. Emma se retira al otro estremo de la bañera y espera con paciencia a que él se lo coloque.

Una vez listo, se tira de nuevo a sus labios, aprovechando que él cierra los ojos ella se pone a orcadas encima, haciendo que su miembro entre en ella.

Separan sus labios por el fuerte placer que les llega de sopetón. Gimen al ausonio, ella hasta achina los ojos por un segundo. Se relajan, se relajan un poco, ya ha pasado lo peor. Embos empiezan a darle ritmo a la situación, moviendose uno encima del otro. Justin no puede evitar esconder su cara en los pechos de ella, para morderse el labio inferior. Se la esta tirando otra vez, esta volviéndose a hacer el amor, joder. Solo que esta vez no tan suave.

-Justin... 
-No me hagas esto cariño, o te juro que me corro en el instante

Emma no puede evitar soltar una risa axfisiante.

Una, dos, tres embestidas más. Se quieren, se acuestan, como cualquier pareja normal. Solo que esta historia es de novela. La forma en la que empezaron a odiarse y como empezaron a amarse, en las locuras que han hecho el uno por el otro, la mágia que han creado, y que a pesar de todo, se traten como dos amigos de toda la vida. Sí, la verdad es que para ella esto parece una película.

Después de dos orgasmos por parte de ambos, descansan, paran. Deciden dejarlo ahí porque no van a tener fuerzas para hacer las maletas y se les está haciendo tarde. El ambiente vuelve a ponerse serio. Mañana vuelven a casa y ninguno quieren.

Aun siguen en la bañera, ella entre las piernas de él. Mientras que él le enjabona los brazos con una esponja y da pequeños besitos, llenándose los labios de jabón y haciéndo que ella ria.

-Idiota. 
-Guapa. 
-No lo soy. 
-Lo eres. 
-Mentiroso. 
-Eres perfecta. 
-Nadie es perfecto. 
-Tú para mi sí.

                            NARRA EMMA

Elevo mis manos del agua para observarlas, estan demasiados arrugadas. Pero aquí, con él, se está tan bien...

-¿Nos salimos? Ya se nos empieza a hacer tarde. 
-Si, tienes razón. 

Salgo yo antes, nada más el tacto frío del suelo en las puntas de los dedos de mis pies me produce escalofríos. Me seco y me visto directamente, al igual que Justin. Ambos nos estamos arreglando frente al espejo, y la situación es cómica, no echamos miradas y reímos sin ningún motivo. Definitivamente, no somos normales.

                        20:30 DE LA NOCHE.

Cierro la cremallera de la maleta. Lista. La bajo hasta la puerta, ya que mañana salimos a las 10.

Solo nos quedan unas horas más en este paraiso. Suspiro. Nostalgia. Cojo el móvil para mirar los mensajes. No me da tiempo, empieza a sonar un tema de Michael Jackson que tengo como tono de llamada. Es Brit.

-¿Sí? 
-¡Cariño! ¿Cómo estáis? 
-Perfect. 
-Me alegro, ¿Sabéis que mañana volvemos no?

Suspire.

-Lo sé. Y antes de que te adelantes, también queda medio mes para empezar el instituto. No me lo recuerdes. 
-Eh, esta bien. No te lo recuerdo. Por cierto, nosotros salimos esta madrugada en camino, llegaremos sobre las 9.

Noté sus manos abrazarme por la espalda. Le correspondí posando mi mano libre del teléfono sobre la suya.

-¿Emma? ¿Estás ahí? 
-S...Sí. Cuando llegue te llamaré. 
-No lo dudaba, me tienes que contar todo con lujo de detalles. Porque me imagino que hay ha pasado más que unos simples bonitos días... 
-¡Brit! 

Justin estalló a carcajadas, haciéndo que mi querida amiga se diera cuenta de su precencia y se despidiera rápidamente.

-Ya esta todo listo. Solo queda disfrutar del resto de tiempo y levantarnos mañana a las 8 y media.
-Genial...-Digo irónicamente, soltándome de su agarre.

Me apoyo en el borde de la ventana del salón, que da a unas bonitas vistas al mar. La marea ha subido bastante y ya es casi de noche. Se nota que el frío esta a la vuelta de la esquina. Las olas revotan en una piedras unas manzana más allá, que hacen que suene más fuerte de las que revotan justo enfrente de la casa. Suspiro. Estos días han sido increíbles, puede que los mejores de mis 17, o de mi adolescéncia, o de mi vida. Vuelve a abrazarme por la cintura, sin decir nada. Nos quedamos perplejos mirando al infinito.

Y este es uno de los tantos momentos bonitos en los que piensas: "Tengo lo justo, lo que necesito y lo que quiero.". Y ni siquiera cambiarias un poquito de la felicidad que tienes ahora por una casa un poco más grande que esta. Me giro y vuelvo a pensar en mi última reflexión. Lo miro. Me mira. Sonrio, pero él no. Esta serio, se limita a pasar su pulgar por cada rasgo de mi cara, curva un poco los labios. Sonrío de nuevo y baja las yemas de sus dedos haciéndo un tour hasta esos pequeños e irritables oyos que me salen en la cara al reir. Sus caricias saben a un café caliente en una mañana fría, o a un buen libro en una noche a oscuras. Son deseables y las necesitas, el café es adictivo como sus labios, y los libros enganchan, como sus ojos.

Le doy un corto besito y miro mi reloj de muñeca. Las 21:00h. Vuelvo a doblar la mirada hacía él, esta pensativo, como si su mente navegara en uno de los barcos que se pueden ver desde aquí y su cuerpo estuviera en frente mía.

-¿Qué pasa? ¿En que piensas? 
-En ti. En tu pasado.-Dice sin pudor.-En lo fuerte que eres.

Y me besa. Y lo beso. Miro su cuello, ¿Cómo no puede tener ni una marca después de todo los besos que le he dado? No se puede quedar así. Abandono sus labios y bajo a su cuello, que abandono en unos segundos cuando lo creo oportuno. Un chupetón con un tamaño considerable. Perfecto. 

-Oh, eres mala.

Luego él repite el mismo proceso en mi, con el mismo resultado. Solo que con una marca más exagerada. 

Luego me da un besito en la punta nariz, poniéndo carita de "Eh, no ha sido mi culpa, han sido mis labios.", a esa carita que por desgracia, no me resisto. 

-Tienes la nariz helada. 
-No estamos en Julio. 
-Pero tampoco en Marzo.

Y tiene razón, así que me callo y me resigno.

-¿Sabes de lo que tengo ganas? 
-¿De que? -De que aun que sean solo poco mas de las nueve, nos acostemos. Con la sabana hasta arriba y me acaricies el pelo de esa forma tan tuya, de que me abraces toda la noche y que por favor, no me sueltes.-Sugiero sincerándome por completo. 
-Pues no se hable más nena.

                               AL DÍA SIGUIENTE

No hace falta que os cuente como fue toda la noche. Dormí profundamente mientras Justin me acariciaba el pelo, tal y como se lo pedí. Y bueno, también dormimos abrazados así que el frío no se dio a notar en la habitación. Ahora estamos montándonos en el coche. Me ha llamado mi madre, dice que hoy hará de comer mi plato favorito, pizza. También ha invitado a Justin a comer, pero sin ser grosero a dicho que se pasara luego a verme, ya que echa de menos a su familia. También me ha llamado Aly, dicen que llegaron muy temprano y que ya pasará por mi casa con las demás para le cuente. ¿Qué le digo? ¿Qué su amiga ya no es virgen? Aun que eso es lo que menos importa en este momento. Justin termina de escribirle un último mensaje a Ryan avisándole que ya vamos en camino, que espera que el viaje no se les haya echo muy pesado y que luego hablaran. Por fin guarda su móvil en su bolsillo y el motor del coche se pone en marcha. Rumbo a la realidad. Va mirándo al frente, decidido, su cara se la tapa unas gafas de Sol y una gorra negra. Pero aun así puedo ver como me mira de reojo, y yo hago lo mismo.

-Gracias Justin. 
-¿Gracias?.-Dice girándose un segundo, para mirar de nuevo a la carretera.-¿Por qué? 
-Por estos días. 

Sonríe y lleva mis manos a sus labios para besarla, y dejarla de nuevo encima en mi muslo izquierdo.

Seguimos en camino. Apoyo mi codo derecho en el filo de la ventanilla del coche y mi cachete derecho en mi mano, cogiendo una postura bastante comoda. Intento mantener los ojos abiertos, esto de madrugar siempre me ha costado. Pero siempre con la misma respuesta. Mis ojos se cierran como si fueran un iman y poco a poco mi mente va más allá de la realidad.

[...]

                           NARRA JUSTIN

-Emma...

Se removió un poco en el sillón, pero no abrió ni un segundo los ojos. 

-Nena... 

Vaya, parece que eso si lo ha escuchado. Se despierta y me mira desconcertada.

-Dime que no me he dormido. 
-No te has dormido. 
-¡Justin! 
-Vale vale.-Elevé mis manos al aire.-Si te soy sencero sí, y estabas preciosa. Hasta pensé en raptarte y volver. 
-Que no pidan rescate, por favor.

Ambos reimos y salimos del auto que había aparcado minuto atrás perfectamente. Lo cerré y llegó ese momento, en el que te entra ganas de gritarle: "No le hagamos caso al mundo, vamonos y creemos el nuestro propio. Sin normas, sin reglas. Sin velocidad pero con picardía. Vamos cariño, quiero repetir esos días contigo."

Pero no es posible. Así que a duras penas nos damos un besito en la comisura de los labios y nos separamos. Ella a su casa. Yo a la mía. Abro la puerta, por suerte me he llevado una llave por si no estaban. Pero mi sorpresa no es pequeña, nada más entrar mis hermanos se tiran a mis piernas. Hey chicos, yo también os he echado de menos.

Entro con ellos en brazos y con un pie empujo la maleta al interior de la casa. Mi madre me mira con los brazos en jarras y mi padre esta leyendo el periódico en el sofá, que rie al ver la situación.

-¡Hey familia! 
-Vaya, que contento vienes.-Dice mi madre, acercándose y depositando un beso en una de mis mejillas, que yo le correspondo. 
-Normal, ha estado con Emma.-Añade mi padre. 

Por primera vez siento vergüenza delante de mi madre por una situación así. 

-¡Jeremy! Seguro que Justin se ha comportado como un autentico señorito, ¿Verdad? 
-Claro, además, hemos estado todos juntos.-Miento.

Mi madre esboza una sonrisa, y yo otra. Espero que no me someta a más interrogatorios.

                              NARRA EMMA

-Entonces, ¿Ha ido todo bien? 
-Si mamá. Muy bien. 
-¿Y como se ha comportado Justin contigo? 
-Como un auténtico caballero. 
-Oh, eso espero.-Comenta mi padre. 

Abro una botella de agua que he puesto en la encimera y me echo un vaso de agua, que tomo junto con una galletita de las que ha echo mi madre.

-Si me disculpais, voy a descansar un poco. En la comida os cuento con lujo de detalles, ¿Vale?.-Y sin esperar respuesta, subo a mi habitación.